Una implantación adecuada de Data Governance puede llegar a tener un impacto directo muy positivo en el rendimiento empresarial. No obstante, es un auténtico reto alcanzar la combinación idónea de personas, procesos y tecnologías para diseñar una iniciativa exitosa.
Para superar este reto debemos construir una estrategia de gobierno de datos efectiva, dirigida por los objetivos de negocio, dotando a los interesados con mejores capacidades para la toma de decisiones y ayudando a la compañía a alcanzar sus objetivos deseados. Una estrategia efectiva debe asegurar que los objetivos de la compañía, la estrategia del negocio, la inversión y los sistemas de Data Governance están alineados.
Una iniciativa de Data Governance no es nada si no está conducida por los objetivos de la compañía. Los requerimientos del negocio y los objetivos empresariales deben conducir las iteraciones del proyecto. Necesitamos el establecimiento de una estrategia antes de incluir a la tecnología en el proceso.
Incluso antes de empezar a trabajar con la estrategia de gobierno de datos, debemos comprender y documentar los objetivos generales para ayudar a formular la visión y misión del gobierno de los datos para el crecimiento del negocio. Después de documentar la lista inicial de objetivos se debe trabajar con los principales implicados para confirmar la validez de la lista de objetivos y su correcta priorización. Esto asegurará que empezamos a construir nuestra estrategia de Data Governance con una base adecuada alineada con el negocio y con los usuarios.
Del análisis del mercado y de las mejores prácticas extraídas de experiencias reales de adopción de Data Governance, se extraen las siguientes recomendaciones:
- Involucrar a unidades de negocio para que lideren la iniciativa. Porque Data Governance no es únicamente una tecnología sino además un importante cambio de mentalidad que debe trascender a todas las áreas de la compañía. La gestión del cambio y la comunicación desde el inicio del proyecto en este tipo de iniciativas resulta esencial para asegurar el éxito. El proyecto debe ser abordado desde la componente de organización y procesos, aunque tutelado desde cerca por el departamento TIC. La existencia histórica de la función de organización se perfila como un claro facilitador de la adopción de la iniciativa.
- Vender internamente el proceso. Las implantaciones de Data Governance suponen un impacto importante en la organización en muchos sentidos, por lo que los CIOs de las compañías deben iniciar sus proyectos de Data Governance cuando han llegado a un consenso en la decisión con otros cargos directivos implicados en el proceso y cuando han conseguido vender internamente el proyecto. De esta forma, la implicación en el proyecto de las distintas áreas de negocio queda plenamente asegurada de antemano y por lo tanto el riesgo al abordar el proceso es mucho más controlado.
- La adopción de Data Governance no se debe abordar como un proyecto finito. El cambio de mentalidad y de cultura, y la reorientación de la compañía a la calidad de la información son los indicadores que identifican el éxito de una iniciativa, por lo que no es usual abordarlo como un proyecto TIC típico.
- Gestionar un portafolio de proveedores estratégicos. La situación del mercado nos obliga a evaluar, monitorizar y gestionar el ecosistema de nuestras aplicaciones y la hoja de ruta del portafolio de soluciones de los proveedores para estandarizar y reducir el riesgo, la redundancia y los costes. La selección de herramientas tiene menos que ver con las funcionalidades y más con el hecho que las herramientas seleccionadas puedan cumplir los requerimientos específicos de negocio.
- Planificar y diseñar antes de implantar. Nos encontramos ante una iniciativa de complejidad importante por lo que debemos tomarnos nuestro tiempo para definir exacta- mente las bases de nuestro futuro sistema orientado a servicios. Debemos esbozar los planos de cómo serán nuestros sistemas de información objetivo y avanzar de forma gradual y progresiva en su consecución.
Finalmente, es importante destacar que una estrategia de Data Governance debe diseñarse para ser ágil y adaptativa. Ha de ser tratada como un ente vivo que evoluciona constantemente para alcanzar los objetivos empresariales. La estrategia debe focalizarse en comunicar qué estamos planificando implantar, cómo lo vamos a implantar y cuándo los usuarios verán reflejados sus requerimientos en el sistema. Empecemos con políticas y guías generales y con diagramas de alto nivel, a medida que el ecosistema madura en paralelo lo hará la documentación formal y el nivel de detalles identificados en la estrategia. Ha de ser nuestra intención evolucionar la estrategia de gobierno de datos como parte integrante de la visión de la compañía a medida que realizamos iteraciones y obtenemos más y más detalles al respecto. Planifiquemos para evaluar y reinventar continuamente a medida que las necesidades del negocio cambian, teniendo en cuenta las tendencias tecnológicas actuales y futuras para construir una estrategia de gobierno de datos exitosa.