Tradicionalmente, las empresas implementaban un ERP generalista y luego hacían desarrollos a medida para incluir sus funciones específicas. Sin embargo, cada vez existen en el mercado más ERP verticales o especializados. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene cada opción?
Desde la aparición de los primeros ERP después de la Segunda Guerra Mundial, se ha producido un gran crecimiento en la oferta de proveedores y programas para la gestión de los recursos empresariales.
Por un lado tenemos los grandes fabricantes de ERP: SAP, Oracle y Microsoft, con sus diversos productos; por el otro lado, los proveedores de ERP pujantes como Epicor, Lawson, Infor10, etc. A estos se suman los desarrolladores de ERP para pymes (SAGE, A3, Exact), las compañías de ERP regionales (Solmicro, Aqua eSolutions, etc.) y los ERP de software libre (por ejemplo Adaxa, Fedena o OpenBravo). ¿El resultado? Centenares de opciones entre las que elegir un ERP para nuestra empresa.
¿Cómo podemos acotar la búsqueda a un número más manejable de posibilidades? En artículos anteriores ya hemos comentado algunos criterios útiles, como por ejemplo elegir entre un ERP estándar o a medida. Ahora nos vamos a centrar en otra disyuntiva que resulta igual de importante: apostar por un ERP horizontal (que incluye las funciones básicas habituales en la mayoría de las empresas) o un ERP vertical (con funciones especializadas para un sector). Elegir correctamente puede ahorrarnos mucho tiempo y dinero en parametrizaciones.
ERP horizontal vs ERP vertical
En primer lugar, vamos a ver con más detalle las diferencias entre un ERP horizontal y un ERP vertical, así como sus principales ventajas y desventajas. En la parte final, daremos algunos consejos prácticos que pueden resultar útiles a la hora de tomar una decisión al respecto.
Un ERP horizontal (también conocido como ERP general o ERP generalista) es un software planificador de recursos empresariales pensado para realizar las funciones de gestión típicas de cualquier empresa como por ejemplo contabilidad, facturación, compras y ventas, inventario, recursos humanos, etc. Pueden usarlo casi todas las compañías, por esa razón la mayor parte de los productos ERP que existen en el mercado corresponde a esta categoría. Esta cantidad y variedad de la oferta también permite que los precios de las licencias sean generalmente más asequibles y la implementación más rápida, al basarse en módulos muy estandarizados. Además, la competencia entre los grandes fabricantes de ERP generalistas hace que la innovación en este sector sea más acelerada debido a las inversiones que realizan esas firmas.
Sin embargo, un ERP generalista difícilmente puede reflejar los procesos más específicos de la actividad de la empresa. Se pueden incorporar mediante desarrollos que personalicen la solución, pero esto dispara el coste de implementar el ERP y además puede invalidar el soporte que ofrece el fabricante del ERP general. El resultado a menudo es que algunos de los procesos más importantes de la empresa se siguen realizando al margen del software planificador de los recursos empresariales que tanto tiempo y dinero ha costado, lo cual supone renunciar a las principales ventajas de un ERP.
Por su parte, un ERP vertical (también llamado ERP especializado o ERP verticalizado) es un programa de gestión de recursos empresariales diseñado específicamente para un sector o nicho. Esto permite contar con funciones especiales que no suelen estar disponibles en los ERP horizontales. Veamos un par de ejemplos: un ERP para el sector de la construcción incluye herramientas de seguimiento de los planes de obra; mientras que un ERP para el sector vinícola permite manejar información meteorológica, análisis de muestras, etc. Esta especialización evita los desarrollos a medida para adaptar la solución a los procesos de la empresa y permite trabajar con más eficiencia, ya que el ERP “habla” el mismo lenguaje que la empresa. Por supuesto, los ERP verticales incluyen los módulos comunes como administración, finanzas, compras, etc.
Entre los inconvenientes de los ERP verticalizados figuran que la oferta disponible es más reducida, el coste de las licencias suele ser superior a las de un ERP horizontal, y el mantenimiento y el soporte también pueden resultar más costosos, al ser exclusivos de la empresa que desarrolla el ERP. Además, a menudo las funcionalidades de los módulos especializados son poco flexibles para adaptarse a cómo trabaja la compañía que lo utiliza. Por otro lado, los grandes fabricantes no suelen desarrollar ERP de nicho, de modo que generalmente estos productos son ofrecido por empresas más modestas con recursos de I+D y soporte más limitados.
Consejos para elegir un ERP horizontal o vertical
Una vez vistas las ventajas e inconvenientes que presentan los ERP generalistas y los ERP especializados, para tomar una decisión conviene tener en cuenta los siguientes aspectos:
- ¿Hasta qué punto está especializada la empresa o tiene una gestión diferente al resto?
- ¿Existen en el mercado soluciones verticales específicas para nuestro sector?
- ¿Qué experiencia y base de clientes acreditan las soluciones ERP verticales?
- ¿Qué tipo de ERP usa nuestra competencia? ¿Queremos imitarles o diferenciarnos?
- ¿Cuál es el proceso o área más importante para la empresa: producción, logística, diseño…?
- ¿En qué procesos o áreas se producen deficiencias de gestión o cuellos de botella?
- ¿Contempla un ERP general el área que hemos identificado como más importante/deficiente?
- ¿Puede permitirse la empresa el tiempo y coste que supone adaptar un ERP generalista?
- ¿A qué ritmo cambian las necesidades de la empresa? ¿Podrá evolucionar el ERP con ellas?
En cualquier caso, las fronteras entre los ERP horizontales y los ERP verticales se están difuminando. Ante la saturación de la oferta de software de gestión generalistas, los grandes fabricantes están apostando por crear soluciones verticalizadas para diferenciarse y dirigirse a segmentos concretos del mercado. Por ejemplo, SAP ya cuenta con versiones de su ERP para 25 sectores. Además, los ERP modernos son más flexibles: la solución básica puede responder al 75% de las necesidades de una empresa y el 25% restante de requisitos especializados se puede satisfacer con una parametrización no muy compleja. Finalmente, muchas compañías se están especializando en adaptar ERP horizontales a sectores verticales, lo que permite disfrutar de las ventajas de ambas opciones a la vez. De manera que lo ideal sería, en primer lugar, verificar si existe un ERP generalista que pueda cubrir la mayoría de las necesidades de la empresa y qué coste tendría incluir el resto; y si el coste fuera excesivo, entonces valorar la opción de implementar un software ERP verticalizado.
¿Tu empresa utiliza un ERP generalista o especializado? ¿Cuál?
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