Los objetos son abstracciones que realizamos del mundo que nos rodea y que identificamos por sus propiedades. Para la OO todo es un objeto.
Cada objeto tiene una existencia un tanto independiente de los demás objetos; es decir, tiene identidad propia. Aunque dos objetos tengan exactamente los mismos valores, no por eso serán el mismo objeto, seguirán siendo entidades diferentes. En los modelos OO, la identidad se representa con el identificador de objeto, IDO (OID en inglés, de object identifier). Teóricamente, el IDO de un objeto es único e irrepetible en el tiempo y el espacio.
Función del IDO |
El IDO permite que dos objetos idénticos puedan diferenciarse, no es importante que el usuario conozca los IDO, lo importante es que los diferencie el sistema. |
Los IDO son el mecanismo que permite hacer referencia a un objeto desde otro. De esta manera las referencias tejen las relaciones entre objetos.
Todos los objetos que comparten las mismas propiedades se dice que pertenecen a la misma clase. En los modelos OO, las clases le roban el papel central a los objetos, ya que es a través de ellas como se definen las propiedades de éstos y además se utilizan como plantillas para crear objetos.
Al crear un objeto utilizando la definición dada por una clase, obtenemos un valor para él, es lo que se llama una instancia del objeto. Durante la ejecución de los programas se trabaja con instancias. Como concepto, la instancia es equivalente a una tupla (fila) concreta en una tabla de una base de datos.