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El “Estudio sobre los riesgos de seguridad informática 2012" editado por la empresa Kaspersky Labs arroja datos preocupantes sobre la protección informática de las empresas españolas: el 26% no tiene instalado ni tan sólo un antivirus, a pesar de que las ciberamenazas son una preocupación creciente.
Las empresas españolas tienen todavía mucho camino por recorrer para lograr un nivel adecuado de protección informática. Es la conclusión que se extrae del estudio realizado por la empresa rusa Kaspersky Labs, líder en software de seguridad según GFK. Los datos se recogieron en julio con la colaboración de 3.300 profesionales de 22 países, incluida España.
Sin duda, la conclusión más alarmante es que el 26% de las empresas encuestadas ni siquiera tenía instalado un antivirus en sus sistemas informáticos. Esto las hace totalmente vulnerables a ataques de virus, troyanos y otros códigos maliciosos, cuya incidencia no deja de aumentar. Además, el 35% no instala regularmente los parches y actualizaciones de seguridad necesarios para mantener sus sistemas protegidos y el 78,5% no dispone de software que proteja la red corporativa.
Aumenta la preocupación
A nivel global, la seguridad informática sigue escalando posiciones y ya se ha convertido en la segunda mayor preocupación para las empresas de todo el mundo, sólo por detrás de la incertidumbre económica. Lo que más quita el sueño a los profesionales de Tecnologías de la Información es, por este orden, prevenir las brechas de seguridad, proteger la información y optimizar el rendimiento de los sistemas. Sin embargo, el 44% se enfrenta a restricciones de presupuesto que limitan su capacidad de actuación, el 37% a la incomprensión de los gestores de la empresa y el 35% a la falta de personal que esté suficientemente preparado. Por ello, el 59% no se considera a salvo de sufrir un ataque informático en cualquier momento.
Entre las prioridades para mejorar la seguridad informática de las empresas encuestadas por Kaspersky Labs figuran instalar software antivirus y antispyware, cifrar los datos confidenciales, compartimentar sus redes para separar las áreas más críticas y mejorar la gestión de las actualizaciones del software. También aumenta la preocupación por el uso de dispositivos móviles por parte de los empleados y el acceso a redes sociales, juegos online y otras aplicaciones desde la red corporativa.
Imagen: Kaspersky.com