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Tras medio año deshojando la margarita, Microsoft ha elegido a Satya Nadella, un hombre de la casa, para suceder a Steve Ballmer al frente de la compañía. Contará con la ayuda de Bill Gates, que regresa a la primera línea, aunque no está claro si bastará para reconducir una empresa con muchos problemas.
Seis meses después de que Steve Ballmer anunciara que dejaba de presidir Microsoft con un emotivo show que dejó bastante claro porqué no le cae bien a todo el mundo, la compañía del Windows ha anunciado a su sucesor. Se trata de Satya Nadella, un brillante ingeniero informático de 46 años y origen indio que lleva 22 años en la empresa y que figuraba en las quinielas, aunque no era el candidato claramente preferido por nadie.
El propio Steve Ballmer apostó por Stephen Elop, el ex presidente de Nokia incorporado a la empresa tras la reciente compra por parte de Microsoft del fabricante de móviles finlandés. En cambio, analistas del sector preferían ver caras nuevas de fuera de la empresa como Alan Mulally, consejero delegado de Ford, o tal vez Tony Bates, Director Técnico de Skype, otra reciente adquisición de Microsoft. Pero al final la compañía se ha decidido por un profesional con una impecable trayectoria y una lealtad a toda prueba, que además contará con un asesor de lujo: el mismísimo Bill Gates.
¿Harán buen equipo Nadella y Gates?
Nacido en India, Satya Nadella es toda una eminencia. Licenciado en ingeniería electrónica y telecomunicaciones, cursó sendos máster de ciencias informáticas y administración de empresas en Estados Unidos, donde se casó y empezó a trabajar para Sun Microsystems. En 1992 se incorporó a Microsoft y desde entonces ha dirigido sucesivamente las divisiones de I+D, servidores y cloud computing, que son las que más alegrías han dado a la empresa en los últimos tiempos. Ahora Nadella ha sido nombrado Presidente Ejecutivo, cargo en el que contará con los “consejos” de Bill Gates, que deja su dorado retiro para reincorporarse como “todopoderoso” asesor tecnológico de Microsoft. La noticia supone el retorno de Gates a la primera línea de la multinacional que creó en 1975 junto a Paul Allen, tras varios años en la retaguardia.
Sin embargo, no está claro que esta nueva dirección bicéfala funcione hasta el punto de permitir a Microsoft superar sus problemas actuales. En primer lugar, Nadella y Gates deben hacer despegar el negocio de dispositivos móviles, donde la compañía sigue teniendo poca presencia pese a la adquisición de Nokia (el siguiente paso podría ser comprar la maltrecha Blackberry). Microsoft también debe mejorar sus servicios de Internet como el buscador Bing o el e-mail Outloook para competir con Google. Además, la empresa debe enfrentarse a la caída histórica de las ventas de PC, que amenaza su mayor fuente de ingresos (las licencias de los sistemas operativos Windows) y a la competencia del software ofimático en la nube (como Google Docs) que resta clientes a su otro gran negocio, la suite ofimática Office. ¡Nadella y Gates tienen deberes!
¿Crees que Satya Nadella y el retornado Bill Gates volverán a convertir a Microsoft en el líder tecnológico que era?
Imagen: Microsoft
