Suplantación de identidades, ransomware o ciberespionaje son solo un ejemplo de los peligros a los que las empresas se enfrentan día a día. Los ciberataques van en aumento, y aunque la tecnología cloud y su infraestructura están en constante evolución y perfeccionamiento, aún existen múltiples vulnerabilidades que causan fisuras para que los ciberdelincuentes accedan a la información y a los datos corporativos.
De hecho, son muchos los proveedores de seguridad los que advierten de que, durante los últimos años, más del 50 por ciento de los ataques estaban relacionados con la nube. Además, con la creciente utilización de los servicios de uso compartido de archivos en infraestructuras de Cloud Computing, las fugas de datos son a día de hoy una gran preocupación para las organizaciones que gestionan su información en estos entornos. .