Según el estudio sobre Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en las PYMES y grandes empresas españolas, realizado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la SI (ONTSI), publicado en Febrero de 2012, SOLO el 12% de las pymes y grandes empresas venden sus productos y servicios por Comercio Electrónico.
Este porcentaje baja al 10,7% para las empresas de 10 a 49 empleados, es del 19,1% para las empresas entre 50 y 249 empleados y del 31,7% para las de 250 o más empleados. Además estos porcentajes han crecido muy poco, un 0,1%, respecto de los obtenidos en el ejercicio anterior. Por lo tanto el panorama, aparentemente, parece un poco desalentador.
No obstante otros datos de este estudio reflejan una situación mucho más positiva y con mucho potencial de mejora en el área del comercio electrónico
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Prácticamente la totalidad de las pymes, más del 95%, tiene acceso a Internet, ya sea fijo o móvil
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Sabemos también que prácticamente la totalidad de los consumidores finales tiene acceso a Internet, ya sea fijo o móvil.
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Un mínimo del 63,9% de empresas tienen página web
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Casi el 60% dan acceso a su catálogo de productos o listas de precios
Podemos inferir de todo ello, que las pymes españolas tienen que adaptarse aún a las nuevas posibilidades que les brinda la evolución tecnológica en el ámbito de Internet, con cambios necesarios en sus modelos de negocio. Uno de estos cambios es el de su canal de ventas, que posiblemente tengan que adaptar a los nuevos tiempos, pero que seguro pueden ampliar, incorporando el Comercio Electrónico.
Pero es también cierto que en estos momentos de grave crisis financiera que ha provocado una grave recesión económica como no habíamos visto hasta ahora, y de la que nadie sabe decirnos con certeza cuando y como vamos a salir, ¿quién se atreve a cambiar modelos de negocio, incrementar inversiones en tecnología y en definitiva embarcarse en una aventura, como la de implantar un nuevo modelo de negocio de venta por Internet, del que no tiene forma de saber exactamente cómo va a funcionar, que nuevos ingresos va a aportar y, lo que es más importante, qué rentabilidad va a generar.
Pero como dicen todos los expertos y teorías al respecto, las crisis son el momento que las empresas deben aprovechar para hacer cambios en sus procesos, probar nuevos métodos, examinar su modelo de negocio, eliminar trabas y burocracia, optimizar… , y en definitiva Innovar.
Por suerte para todos, la evolución tecnológica y de Internet vienen en ayuda, especialmente de las pymes, inundando el mercado de nuevas posibilidades para la utilización de nuevos servicios, la mayoría de ellos en la Nube, sin requerir de grandes inversiones en infraestructuras informáticas y de comunicaciones, ni tampoco en costosas soluciones de software, de cualquier tipo y de Comercio Electrónico en particular.
Estas nuevas posibilidades de outsourcing, tanto del software como de las infraestructuras, son la oportunidad que las pymes no deben dejar pasar para subirse al carro del Comercio Electrónico, ya que les permiten hacerlo con unos costes conocidos, reducidos y controlables y con los que se pueden, incluso, permitir arriesgarse y probar suerte con este nuevo canal de venta.
Existen multitud de estudios que les asesorarán sobre la mejor forma de abordar esta salida al Comercio Electrónico, de cómo intentar conseguir nuevos mercados, de cómo medir sus resultados, las preferencias de los internautas, sus potenciales nuevos clientes, mejorar el posicionamiento de su web en los buscadores, etc. Pero incluso, sin pretender acceder a nuevos mercados, el Comercio Electrónico les permitirá mejorar su posición en su mercado actual, aportando beneficios a las relaciones con sus actuales clientes.
Los beneficios del comercio electrónico
Los beneficios del Comercio Electrónico como canal de venta por Internet son de sobra conocidos, pero los vamos a repetir y explicar aquí, por si acaso alguno de ellos no se valoraba suficientemente:
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Disponibilidad 24×7. O sea, que el cliente puede realizar sus compras a cualquier hora del día, no teniendo que ajustarse a los horarios de oficina.
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Desde cualquier lugar. El cliente puede realizar sus compras desde cualquier lugar, ya que accede a la “tienda”, mediante cualquier navegador de Internet, ya sea desde el ordenador de su empresa, o desde el de su casa, o desde su Smartphone o tableta.
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Escaparate siempre iluminado. La “tienda” siempre está abierta y por tanto puede captar la atención, y conseguir la compra, de los posibles clientes que pasaban por allí.
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Bajo coste comercial. La empresa puede ampliar el target de posibles compradores, sin tener que ampliar su red de comerciales o representantes.
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Optimización de procesos. Si la solución de Comercio Electrónico está integrada con la solución ERP, como debería ser, las peticiones de compra de la “tienda” se integran más rápidamente en la gestión de pedidos, lo que me permitirá avanzar la entrega de pedidos y dar un mejor servicio a los clientes.
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Reducción de costes administrativos. Por el hecho de esta integración entre la solución de Comercio Electrónico y el ERP, los pedidos los entran directamente los clientes, sin que el personal administrativo tenga que volverlos a introducir.
En resumen, disminución de costes y mayor margen de beneficio para la empresa y mejor servicio y mayores facilidades y agilidad para sus clientes.
Por supuesto que la utilización de un nuevo canal de venta como el Comercio Electrónico obliga a nuevos métodos de trabajo, que quizás con el canal de venta tradicional no se están realizando pero que seguro su utilización va a permitir mejorar el contacto con los clientes y su fidelización, este concepto tan complejo de definir, pero vital en los negocios y especialmente en el Comercio Electrónico.
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Renovación periódica. Igual que en el comercio minorista, periódicamente hay que ir renovando el “escaparate”, actualizando contenidos, renovando la imagen…
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Información del pedido. El cliente querrá ver, en la página de acceso a la “Tienda”, información sobre el estado de sus pedidos, previsión de entrega…
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Información de ventas anteriores. También esperará ver sus pedidos anteriores, fechas de entrega y de facturación.
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Disponibilidad del material. Cuando esté “comprando” agradecerá poder ver información de disponibilidad de los productos, aunque sea aproximada.
En definitiva que la pyme española tiene la oportunidad, ahora mejor que nunca, de ampliar y/o mejorar su canal de ventas con unas mejores perspectivas de beneficio, sin incrementar sus estructuras y mejorando la fidelización de sus clientes, implantando una solución de Comercio Electrónico, solución que actualmente está al alcance de todas las empresas.
Por Ramón Gutiérrez Morera,
Responsable de Producto de Sage Murano de Small to Medium Business de Sage España.
Puedes seguirle en Twitter en @ramongmorera
Fuente: Blog Sage
Imagen: alles-schlumpf