Noticias y recursos sobre ERP

Madrid 10 diciembre de 2020.- El entorno financiero de las pymes precisa de soluciones que aporten una visión global del negocio. Y que, proporcionen, además, la agilidad y la flexibilidad que demanda el mercado. Más allá de imprimir eficiencia a los procesos -que ya sería en sí misma una cuestión clave- el área financiera debe aportar información económica de valor para facilitar la toma de decisiones, tanto por áreas como a nivel corporativo.
Cualquier propuesta de cambio debe mirar siempre al incremento de la rentabilidad del negocio, asegura la CEO de Datisa, Isabel Pomar. Más aún, en estos tiempos en los que la situación de incertidumbre e inestabilidad precisa de la máxima optimización posible de los recursos.
Las tareas administrativas en sí mismas, no generan beneficios para las organizaciones. Sin embargo, estas funciones administrativas no se pueden dejar al margen del negocio.
Casi por azar hemos descubierto la existencia de una sociedad, un consumidor y un cliente más predispuesto a la experiencia digital de lo que imaginábamos.  Las nuevas situaciones legales que se han generado al amparo de nuevos modelos de negocio -economía digital, economía colaborativa o ciberseguridad, por ejemplo- o los cambios regulatorios para abordar las modificaciones en ciertos mercados como el bancario, el financiero o el asegurador, han puesto en valor una mayor predisposición de la sociedad a la práctica digital.
La experiencia ha demostrado que la forma más eficaz de resistir en un mercado convulso o en un escenario crítico como el actual pasa por la reducción de costes. Ahora bien, esa reducción de los costes no debe afectar nunca ni a la calidad de los productos/servicios que proporciona la organización, ni a la imagen que proyecta ni a la rentabilidad del negocio.
A pesar de tener un plan de negocio perfectamente estructurado, muchas pymes encuentran serias dificultades para abordar la gestión de su día a día. Tareas administrativas que se repiten y que exigen demasiado tiempo y demasiados recursos, falta de colaboración entre departamentos o dificultades para encontrar la información necesaria en el momento oportuno, son solo la punta del Iceberg.
Las pequeñas y medianas empresas que tienen una visión de su contabilidad más allá de la simple rendición de cuentas, primero, optimizan mejor sus recursos, segundo, toman decisiones más inteligentes y, tercero, propician un reparto de la renta empresarial entre propietarios, empleados o financiadores externos, mucho más justo que aquellas que emplean la contabilidad únicamente para la rendición de cuentas.
El entorno de la distribución de artículos sanitarios y productos de limpieza es uno de los pocos sectores que, la pandemia ha hecho que, hoy por hoy, goce de una excelente salud. Gran parte de su éxito se debe a que ha sabido apoyar su gestión en soluciones tecnológicas de primer nivel con las que ha podido hacer frente al incremento exponencial de la demanda.
Consumir información ya no es suficiente. Las empresas inteligentes son aquellas que entienden y gestionan los datos como un activo estratégico para optimizar la rentabilidad de su negocio. Y, las que practican una política de democratización de los datos, facilitando su acceso, poniéndolos a disposición de todos los usuarios que los necesiten -con los permisos oportunos- y aprovechando la información que proporcionan. En el entorno pyme no siempre se entiende el valor de la analítica de los datos. Solo se consumen.
Madrid 04 febrero de 2021.- Casi por azar hemos descubierto la existencia de una sociedad, un consumidor y un cliente más predispuesto a la experiencia digital de lo que imaginábamos.  Las nuevas situaciones legales que se han generado al amparo de nuevos modelos de negocio -economía digital, economía colaborativa o ciberseguridad, por ejemplo- o los cambios regulatorios para abordar las modificaciones en ciertos mercados como el bancario, el financiero o el asegurador, han pues