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Madrid 10 noviembre de 2022. No es extraño que las pymes recurran a fuentes de financiación externa. Lo hacen para cumplir con sus obligaciones a corto plazo. Y, también, para aprovechar las oportunidades de crecimiento. En escenarios de inestabilidad y crisis, como el actual, es aún más necesario poder acceder a financiación.
Sin embargo, el acceso no siempre es sencillo. Especialmente para las pequeñas y medianas empresas. Más aún si no disponen de la información económica necesaria para “defender” la viabilidad financiera de su proyecto a medio/largo plazo.
Hasta ahora, la norma común entre las pymes era recurrir a las fuentes de financiación clásicas. Es decir, obviando las opciones de autofinanciación, hablamos de pólizas de crédito, factoring, confirming o forfaiting, por ejemplo.
Como explica Pablo Couso, director comercial de Datisa “cualquiera de estas fuentes externas de financiación implica el pago de comisiones. Intereses que varían dependiendo del tamaño y situación económica de la empresa. Además, el acceso a la financiación externa no siempre es posible, porque muchas pymes tienen dificultades para presentar la información económica que demandan las entidades financieras con la nitidez y precisión necesarias”.
Aquellas organizaciones que apoyan su gestión en soluciones ERP tienen más facilidad para acceder a la información adecuada. Pero, también, para hacer un seguimiento más exhaustivo sobre el cumplimiento de las condiciones acordadas, si consiguen acceder a la financiación.
La nueva Ley Crea y Crece será un revulsivo para la economía de las pymes. El texto recoge diferentes fórmulas que permiten flexibilizar los mecanismos de financiación alternativa. El objetivo: potenciar los instrumentos financieros que ayuden a las empresas a crecer. Resurgen con fuerza canales como el “crowdfunding”, la inversión colectiva o el capital riesgo.
Ahora bien, aunque la nueva normativa facilita el acceso a estas fuentes de financiación alternativas, las exigencias “administrativas” siguen siendo un reto para las pymes. Con independencia del origen de la financiación, lo cierto es que, será necesario disponer de informes financieros que detallen el estado de situación del negocio. La planificación financiera a medio/largo plazo y las simulaciones en diferentes escenarios a futuros también facilitan el acceso al dinero.
Como aclara el director comercial de Datisa “legislar ha sido importante para eliminar las barreras administrativas. Pero, desde el punto de vista operativo, la necesidad de información sigue siendo la misma. Da igual que el dinero provenga de un banco o de una empresa de capital riesgo. Lo cierto es que quien pone el efectivo quiere tener toda la información económica relevante en su poder. Información con la que decidir si el préstamo o la participación empresarial será rentable o no”.