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Las pymes no siempre tienen en cuenta la importancia real de lo que ocurre dentro del almacén. Esto implica múltiples errores que afectan a la calidad del servicio que se presta al cliente. Entre los más comunes destacan la pérdida de control, el desconocimiento de información clave -ubicación, trazabilidad, stocks, etc.-, la dificultad para tomar decisiones operativas y estratégicas o la falta de integración entre diferentes procesos.
En este sentido, como explica Pablo Couso, director comercial de Datisa “es importante valorar correctamente las existencias que las pymes guardan en su almacén, porque estas son uno de los principales elementos que conforman el circulante”.
En este sentido, hay diferentes modelos de valoración, aunque, quizá, los más recomendados por los expertos de Datisa para el ecosistema pyme son dos:
- Precio de última compra o precio último
- Precio medio que se obtiene ponderando con mayor valor las últimas compras respecto a las compras más antiguas.
Disponer de esta información proporciona a las empresas la posibilidad de generar sus propios sistemas de tarifas. Y estructurar sus precios -fijos o formulados- atendiendo siempre a los criterios básicos de rentabilidad y beneficio.
Es importante -como apunta Couso- trabajar con una tecnología lo suficientemente flexible como para reflejar cualquier variación en el sistema de precios. “Operar con precios fijos es relativamente sencillo. La dificultad viene cuando para una misma referencia se deben establecer diferentes precios. En este caso, la clave es disponer de un precio formulado, por ejemplo, en función del precio medio. Pero, para poder hacerlo bien, la organzación debe contar con un ERP ágil, flexible y muy dinámico que aplique las fórmulas para recalcular automáticamente los PVP”.
Como explica el director comercial de Datisa, esta es la manera de adaptar los precios de mercado a los precios de coste y mantener el nivel de competitividad óptimo. Y garantizar, al mismo tiempo, la rentabilidad del negocio ya que, con independencia de la variabilidad de los precios de coste, la organización podrá mantener su margen de beneficio.
En todo caso, insisten desde Datisa, es importante destacar que la valoración de las existencias es obligatoria al final de cada ejercicio. Si bien, las empresas pueden abordar este proceso cuando consideren oportuno. El modelo de valoración más adecuado para las pymes es el del Precio Medio Ponderado, según apuntan desde la firma española de ERP para pymes. Y que las empresas pueden cambiar su modelo de valoración cuando quieran, si bien deberán especificarlo claramente con antelación.