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Por Israel Serrano, responsable de Scality para el sur de Europa.
Se ha convertido en un tópico, pero lo cierto es que el ritmo de cambio y aceleración en nuestro mundo tecnológico continúa a un ritmo desconcertante. En las empresas, el adagio común es que las personas y los datos son los activos más valiosos, y es que es innegable que la información y el conocimiento son creadores clave de valor.
Hay ejemplos en los que esto es muy obvio, como en el ámbito digital de las películas y la música. Si pensamos por un momento en los contenidos digitales encontramos algunos ejemplos realmente impactantes como pueden ser la resonancia magnética que ayuda a un médico a detectar precozmente una enfermedad en un paciente, los datos del genoma que ayudan a descubrir una cura personalizada y la comodidad de planificar nuestra vida diaria online para el trabajo, la familia, los viajes y el entretenimiento.
Detrás de todos estos datos empresariales, vemos un cambio fundamental en la forma de almacenar y consumir los datos. Actualmente los datos se crean prácticamente en todas partes. Las personas generan datos tanto en sus negocios como en su vida personal, pero ahora también vemos que los datos generados por las máquinas se registran a un ritmo masivo en las fábricas, los servicios públicos, los vehículos, etc. Los datos viven en nuestros hogares, coches, aviones, hospitales, estadios deportivos y muchos más lugares de los que podemos enumerar.
Para las empresas, esta realidad significa que la planificación debe incluir la infraestructura necesaria para almacenar, proteger, consumir y gestionar los datos en cualquier lugar, en todos estos sitios. Para los proveedores de tecnología, como nosotros, esto se traduce ahora en tener datos en todas partes, desde el centro de datos hasta la nube y el emergente "EDGE", que es un área de innovación y consumo tecnológico que crece de forma espectacular.
La protección de los datos es otro aspecto clave para el éxito de las organizaciones y hay hacerlos accesibles para su consumo por las personas adecuadas (¡y sólo para las personas adecuadas!). La comprensión de cómo se almacenan los datos, sus formatos, así como la forma de acceder a ellos y consumirlos ha dado lugar a un mundo especializado de usuarios que son capaces de gestionar este tipo de entornos.
Cada vez más, el proceso de capturar, proteger y dar acceso al almacenamiento de datos no está únicamente en manos del área TI de la empresa. Se ha convertido en el dominio de un amplio abanico de propietarios de aplicaciones y arquitectos técnicos, y ha destacado el papel de los equipos de operaciones de desarrollo, o "DevOps". Este conjunto de personas toma ahora decisiones críticas dentro de las empresas para las soluciones -que abarcan aplicaciones, personas, procesos e infraestructura- y todas estas decisiones se toman de forma más independiente que antes.
El auge de las nuevas aplicaciones empresariales en los últimos años es evidente. Mientras que antes oíamos hablar de la planificación de recursos empresariales (ERP) y de la reingeniería de procesos empresariales (BPR), ahora hablamos de los lagos de datos, el análisis de big data, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Estas cargas de trabajo están impulsando cambios sustanciales en los datos, en la cantidad de datos que deben almacenarse y en la forma de consumirlos.
Desde un punto de vista técnico, estas cargas de trabajo adoptan nuevos principios y metodologías en el diseño y la implantación del desarrollo de aplicaciones. Esta nueva ola, denominada cloud-native, incluye el uso de servicios de software distribuidos empaquetados y desplegados como contenedores y orquestados en Kubernetes (plataformas portables y extensibles de código abierto para administrar cargas de trabajo y servicios). Las promesas de este nuevo enfoque incluyen la eficiencia, la escalabilidad y -muy importante- la portabilidad. Este último aspecto permitirá que las aplicaciones de software y la infraestructura soporten datos creados y almacenados en cualquier lugar.
Desde el punto de vista del almacenamiento, las aplicaciones nativas de la nube también cambiarán la forma de acceder al almacenamiento, aprovisionarlo y gestionarlo. Este es un mundo de servicios de software e interacciones entre servicios a través de interfaces o APIs (Application Programming Interfaces) bien definidas. El almacenamiento ha sido históricamente un área en la que se han adoptado interfaces estándar. En el ámbito de los sistemas de archivos, concretamente, tenemos los conocidos protocolos SMB (Server Message Block) y NFS (Network File System). En el caso de las aplicaciones nativas de la nube, vemos un ajuste natural del acceso al almacenamiento basado en API, que el almacenamiento de objetos admite de forma natural a través de sus API RESTful (Representational State Transfer). La popular API de Amazon S3 ha sido adoptada por los proveedores de software independientes (ISV) y los proveedores de almacenamiento para la nube, el centro de datos y el EDGE. Las APIs también se aplican a la gestión y monitorización del almacenamiento, y vemos la automatización basada en APIs como otro tema central en esta ola nativa de la nube.
Al ofrecer portabilidad, acceso basado en API, automatización y escalabilidad a niveles efectivamente ilimitados, el almacenamiento de objetos reúne todos los ingredientes adecuados para ser el modelo de almacenamiento óptimo para el nuevo mundo nativo de la nube. Las soluciones de almacenamiento de objetos de nueva generación pueden y van a ir más allá a la hora de proporcionar mayores niveles de rendimiento para las nuevas aplicaciones y cargas de trabajo, y también proporcionarán simplicidad en las operaciones para garantizar que un mayor número de usuarios puedan aprovecharlas plenamente.
Por ello, hemos creado ARTESCA, un software de almacenamiento de objetos ligero y nativo de la nube, que consiste en servicios distribuidos que se ejecutan en contenedores, y se despliega y orquesta en Kubernetes. Esto significa que vive en el mismo ecosistema y entorno en el que se desenvuelven las aplicaciones y los usuarios, y encaja de forma natural en las expectativas, el consumo y el estilo de gestión de Kubernetes.
La idea es poder empezar a trabajar con la solución en una sola máquina virtual o servidor y crecer fácilmente, un servidor a la vez. Además, pone sobre la mesa el complemento completo del “multitenant” de grado empresarial, la gestión de identidades, la seguridad, la durabilidad de los datos, la geo-replicación, la gestión de datos en varias nubes y la supervisión de sistemas.
En un mundo acelerado, centrado en las aplicaciones, de creciente complejidad y demandas cambiantes, es esencial un nuevo enfoque de la gestión y entrega de datos. ARTESCA permitirá una nueva generación de aplicaciones nativas de la nube a lo largo de todo su ciclo de vida, desde el desarrollo y las pruebas hasta los despliegues de producción, dondequiera que vivan sus datos.