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La Business Software Alliance ha alertado de un preocupante repunte de la piratería informática de software empresarial en España, que alcanza el 44%. Tras años de descenso, ha recuperado los niveles de 2003 a pesar de las sanciones impuestas a los infractores, que son denunciados a menudo por sus propios ex-empleados.
Apenas la mitad de los programas informáticos que se usan actualmente en la empresa en España son legales, según denuncia la Business Software Alliance (BSA), organización que defiende los intereses del sector en todo el mundo. De acuerdo con los datos recogidos por la revista Computerworld, esto supone regresar a niveles de 2003, tras una década en la que se habían producido algunos avances en esta lucha.
En total, el valor comercial del software sin licencia instalado en 2011 en los ordenadores de nuestro país alcanzó una cifra récord de 874 millones de euros. Esto supone poner en peligro los ingresos de muchas empresas de desarrollo de software grandes y pequeñas. También implica exponer a los usuarios al riesgo de instalar programas que no son legales, no tienen soporte y no reciben las actualizaciones de seguridad pertinentes, según alerta la BSA en su página web. Los administradores de las empresas se enfrentan asimismo a multas y otras consecuencias legales.
Más denuncias y sanciones
En este sentido, en el primer semestre de 2012 la BSA inició 152 acciones legales contra empresas españolas que usaban software “pirata”, un 24% más que en el mismo periodo del año anterior. Muchas de estas denuncias terminaron con registros judiciales en las oficinas de las empresas afectadas y las correspondientes sanciones, que ascendieron a 180.846 euros para el total de los expedientes.
Como dato curioso, el 83% de las empresas inspeccionadas pertenecían al sector de la ingeniería. Sin embargo, se trata de un problema transversal que se agrava con la crisis debido a una mal entendida política de "ahorro" que puede salir muy cara: la BSA señala que en 2011 el 70% de las denuncias que recibió contra empresas procedieron de ex-empleados resentidos con sus antiguos patronos.
Imagen: FreeDigitalPhotos.net
