Esker en el Año Internacional de la Biodiversidad: concienciación y manos a la obra.

 

 

“Todos los ciudadanos tienen el deber de proteger y el derecho de disfrutar el rico y extenso patrimonio natural.” Josep Puxeu, Secretario de Estado de Medio Rural y Agua. Presidente de la Fundación Biodiversidad.

En este Año Internacional de la Biodiversidad, muchas organizaciones gubernamentales y privadas, periodistas, asociaciones, individuos han intentado, por un lado profundizar en la concienciación de la sociedad sobre la importancia del respeto hacia el medio ambiente y su frágil equilibrio, y por otro, han llevado a cabo una serie de actuaciones. Actuaciones de todo tipo y tamaño, todas y cada una de igual valía. Desde la educación de nuestros hijos para transmitirles todo cuánto sabemos sobre el Planeta Tierra, sus habitantes y sus hábitats, hasta la actuación de ONG medioambientales que trabajan día a día para proteger o restablecer los entornos naturales de especies protegidas, fomentando la biodiversidad.
 

Recuperación de bosques y montañas

Las montañas son lugares donde viven muchas especies y dónde la actuación a favor de la biodiversidad cobra mucho sentido. Sin embargo, son ecosistemas muy vulnerables ante los efectos de la deforestación, la degradación de los suelos, los incendios, el cambio climático. En Galicia, las montañas albergan el 70% de las especies de árboles y plantas, y gran parte de las especies animales de España. Por ejemplo, el espacio natural de Os Ancares – O Courel (Lugo) alberga 625 especies de hongos macromicetos repartidos en 71 familias, y 280 tipos de líquenes de 45 familias.

En la zona del Espacio Natural Protegido de Os Ancares – O Courel, la actuación de la organización sin ánimo de lucro Acciónatura consiste en la devolución a esta valiosa zona, de su bosque original compuesto de robles, abedules, cerezos, rebollos, hayas y acebos.  Esta biodiversidad natural fue sustituida por zonas de cultivo, pastos para el ganado y, más recientemente, por plantaciones de pinos exóticos y eucaliptos, destinados fundamentalmente a la producción de papel. Además de empobrecer la biodiversidad, estas explotaciones hacen que el monte sea más vulnerable frente a los incendios. Para luchar contra ello, existen dos líneas principales de actuación: la restauración ambiental del bosque autóctono y la realización de acciones de sensibilización encaminadas a mejorar la percepción que tiene de él la población local.

Esker, junto a otras entidades como la Fundación Biodiversidad, Disney Store, Telefónica, Gas Natural, Travel Club, Torraspapel, la CAN o E3Futura, colabora con aportación económica en el distrito forestal VII del Lugar de Interés Comunitario (LIC) denominado Os Ancares – O Courel (Lugo), en los términos municipales de As Nogais, Pedrafita do Cebreiro y Cervantes. Los bosques autóctonos de esta zona han sufrido un gran retroceso por los devastadores  incendios y por su sustitución por plantaciones de árboles con fines productivos (especies exóticas). De este modo el proyecto pretende poner en valor los bosques autóctonos amenazados tanto por estas causas como por el abandono y la falta de aprovechamiento sostenible por la población local lo que lleva al aumento del riesgo de incendios, empeoramiento del estado de conservación y empobrecimiento de la percepción de la población sobre la importancia de estos hábitats. La recuperación actual pasa por el desbroce, revegetación de especies autóctonas (rebollo, roble albar, roble carballo, abedul, arce, acebo, serbal, cerezo, tejo), tratamientos forestales, mantenimiento de las zonas plantadas incluyendo la sustitución de los plantones que no llegan a la madurez, y mejora de la percepción de los bosques autóctonos por parte de la población local. Este último punto se consigue a través de la información y la participación, por ejemplo con la recogida de leña para consumo, o el trabajo de mejora de los caminos de acceso a zonas antes deshabilitadas,  y finalmente con acciones de educación ambiental dirigidas a escolares.

 

Zona Esker de actuación: plantación y mantenimiento frente a la invasión de matorrales

 

Marra a reponer en la zona Esker.

Desde hace tres años, el proyecto GreenDoc de Esker permitió parte de las actuaciones mencionadas en esta zona. Este año, gracias a las intervenciones efectuadas en la primavera y en el mes de noviembre se garantizó la supervivencia de 1.500 de los 5.000 árboles plantados (lo que supone más de 2,1 hectáreas de bosque autóctono).

 

Esker aboga por la empresa eco-responsable en sus procesos

Esker no sólo participa en proyectos de preservación de bosques sino que desarrolla también campañas de sensibilización a través de la empresa y soluciones tecnológicas para ahorrar papel y desarrollar un comportamiento empresarial amigable con el medioambiente.

Como parte de la política de Responsabilidad Social Corporativa de Esker, la compañía ha puesto en marcha distintas iniciativas para promover la mejora de los procesos empresariales al reducir el uso del papel. Esker proporciona los recursos necesarios para ayudar a las organizaciones a modernizar sus flujos documentales sustituyendo el formato papel por la automatización y el formato digital, de tal forma que se beneficie tanto la empresa como el medioambiente.

En este sentido, Esker pone en su web dedicada a GreenDoc, una calculadora de impacto medioambiental. Para calcular el impacto medioambiental de la utilización del papel en los procesos de negocio, la calculadora online se basa en mediciones procedentes de varias fuentes oficiales y contrastadas. De esta forma, si conoce el volumen de tráfico diario del papel que circula en su empresa, puede conocer el número de árboles talados para producir ese volumen así como la cantidad de ciertos ingredientes contaminantes que entran en la fabricación de papel. Más información en: https://www.quitpaper.es/green_calculator.asp

 

Green IT: ¿oportunismo o necesidad?  

Con la apremiadora crisis, ser ecológico parece ser relegado a un segundo plano, como si fuera una especie de “disposición del bienestar” (cuando estamos en crisis la salud de nuestra Tierra tiende a importarnos menos). Para comprobarlo, sólo falta verlo en la prensa: los artículos dedicados a la ecología y al Green IT (la tecnología que permite ser más amigable con el medioambiente) se van enrareciendo. Incluso se pueden leer comentarios en editoriales del sector de las TIC que tachan de “moda pasajera y oportunista” al Green IT. Efectivamente, puede que algunas empresas se aprovechen del esfuerzo global por la concienciación hacia el medioambiente con fines oportunistas. Qué empresa hoy en día no tiene una palabra para la RSC en su empresa, y más en sectores sensibles como Construcción, Química, Farmacéutica o Industria. Sin embargo, siempre que se una la palabra con la acción, habrá que reconocer dichas iniciativas. El “oportunismo” de Esker se basa en el aprovechamiento de la iniciativa de Acciónatura que busca financiación privada o pública para un fin honorable. Y en este sentido, siempre que se ayude a organizaciones como Acciónatura y se permita la realización de su labor imprescindible, concreta y útil, este tipo de oportunismo no nos parece negativo. Esker quiere ser una empresa que ayude a otras a ser más eco-eficientes por las soluciones que ofrece, y quiere “unir la palabra a la acción”. Realizando unos pasos más, gracias a su colaboración con ONG y gracias al aspecto ecológico de sus soluciones, Esker quiere enseñar, incluso a pequeña escala, que se puede ser eficiente y amigable con el medioambiente. Su objetivo es demostrar que un consumo responsable beneficia tanto a las empresas cómo al medioambiente. En definitiva, estas ventajas repercutan en nuestra calidad de vida.

 

Coralie Marty

Esker Ibérica