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En el entorno pyme, la salud financiera debe estar siempre en el punto de mira. Las pymes que analizan regularmente su ratio de endeudamiento son menos dependientes de la financiación exterior. Y muestran una mejor capacidad para equilibrar sus cuentas, reduciendo o aumentando las fuentes de financiación ajenas al negocio.
El coeficiente de endeudamiento mide el nivel de deuda en relación con los fondos propios. Las empresas que mantienen un índice de endeudamiento óptimo evitan dañar su salud financiera.
En términos generales, siempre que se mantenga la deuda en los niveles adecuados, los préstamos aportan flexibilidad y capacidad de control a la empresa. Primero porque las condiciones de los productos financieros suelen ser elásticas. Y, habitualmente, admiten personalizaciones para adaptarlos a las necesidades específicas del negocio.
Y, segundo, porque recurrir a una entidad financiera para solicitar financiación no implica ceder parte del control del negocio a dicha entidad. No sucede lo mismo, si la financiación procede de una ampliación de capital por parte de socios o inversores externos. En ese caso, la composición accionarial podría cambiar. Y generar una pérdida de control sobre la operativa y estrategia del negocio.
Endeudarse con el banco hace que la empresa tenga un margen de actuación más amplio sin tener que ceder parte del negocio. Pero, un endeudamiento excesivo incrementa el riesgo de incurrir en el temido apalancamiento. Es decir, que la deuda influya excesivamente en el rendimiento del negocio.
Pablo Couso, director comercial de Datisa dice que “utilizar un ERP financiero ayuda a las pymes a controlar su ratio de endeudamiento. Les permitirá tener información precisa sobre las formas de financiación de su negocio. Saber de qué o quién depende financieramente. O conocer la relación que existe entre los recursos financieros propios y los externos. Es decir, un ERP financiero ayudará a las pymes a tener controlada la situación de su deuda financiera. Y, con ello, a tomar decisiones informadas.”
Para evitar el endeudamiento excesivo, es recomendable, no solo mirar hacia dentro de la organización, sino también, identificar los estándares del sector en el que opera. Algunos sectores como energía o construcción suelen tener un nivel de endeudamiento alto porque sus proyectos precisan inversiones elevadas. Sin embargo, otros entornos como en los que operan las empresas de servicios, por ejemplo, no precisan de grandes volúmenes de inversión inicial.
Pablo Couso insiste en la importancia del análisis de la información financiera. Dice el director comercial de Datisa que “habrá que estar al tanto del tipo de interés que se paga por la deuda adquirida, así como de la rentabilidad que se obtiene de la financiación.” Y lo ilustra con el siguiente ejemplo: Si una pyme pide un préstamo y paga un 10% de interés, pero consigue un 20% de rendimiento de la inversión que hace con el dinero que le han prestado, la deuda favorece la salud financiera del negocio.
En definitiva, estas son las tres claves para evitar el endeudamiento excesivo de las pymes:
- Controlar la ratio de endeudamiento y mantenerlo siempre en niveles óptimos
- Conocer la relación directa entre los recursos financieros propios y los externos
- Analizar los márgenes operativos