Por José Luís Muñoz, Media Specialist de Akamai
"No robaría un coche. No robaría un bolso. No robaría una televisión. No robaría una película. Descargar películas piratas es robar." Puede que los aficionados al cine de principios de la década del 2000 recuerden anuncios como este contra la descarga de contenido pirata.
Si bien ya era una práctica generalizada, la cantidad de materiales pirateados en esos años está muy por debajo de los niveles que sufre en estos momentos la industria del entretenimiento, por no hablar de la piratería en la música, en el mundo editorial, en el software, etc. En Akamai hemos convertido en una prioridad la investigación exhaustiva de las superficies de ataque y del contenido al que se dirigen los piratas y publicamos un informe llamado “Piratas a la vista” en el que se concluye que la piratería lejos de desparecer está en alza.
La forma más adecuada de proteger la propiedad intelectual para reducir los riesgos de seguridad es utilizar un buen servicio gestionado de protección de contenido (MCP). La piratería se ha descrito comúnmente como un "crimen sin víctimas", pero esta afirmación está muy alejada de la realidad. La economía mundial pierde cada año millones de euros debido a la piratería global. Según el Centro de Innovación de la Cámara de comercio de EEUU solo en este país se estiman unas pérdidas de unos 25.300 millones de euros al año. Los sectores de la televisión y el cine, que se encuentran entre las más pirateadas, suponen 2,5 millones de empleos solo en EE. UU. Así que la piratería produce víctimas en términos de ingresos y empleos, y el panorama se está expandiendo.
Según nuestro último informe sobre el Estado de Internet en materia de seguridad, entre enero y septiembre del 2021, la demanda de piratería mundial (medida según las visitas a sitios web que ofrecen acceso a películas y programas de televisión, ya sea directamente a través de un navegador o una aplicación móvil, así como mediante las descargas de torrent) alcanzó los 3700 millones en streaming y descargas sin licencia. Además, el 61,5 % de los consumidores que pirateaban materiales accedían directamente a ellos, mientras que el 28,6 % los buscaba activamente.
¿Dónde es más frecuente la piratería?
La televisión es el sector más pirateado, y el streaming ha facilitado a los piratas el acceso ilegal a contenido premium. Además de hacer que los clientes que pagan se sientan insatisfechos y de las implicaciones legales que supone para los proveedores de contenido, la piratería también expone a los consumidores a contenido malicioso, desde phishing, malware y exploits hasta botnets, ataques de ransomware y robos de identidad. Nuestros ingenieros descubrieron que más del 90 % de los sitios de streaming ilícitos detectados incluían este tipo de contenido, lo que supone una amenaza real tanto para los usuarios como para los proveedores de streaming.
Al mismo tiempo, los eventos en directo son especialmente vulnerables a la piratería debido a la gran demanda y al valor en tiempo real que tiene la visualización (por ejemplo, nadie quiere perderse el resultado de un evento deportivo importante).
Según nuestra experiencia, las formas más comunes de piratería incluyen las siguientes:
- Enlaces compartidos y recopilación de tokens: Las aplicaciones móviles y de escritorio monetizan los eventos pirateados con sus propios anuncios y acceden a ellos a través de tokens de acceso robados o reciclados.
- Copia de transmisiones y restreaming: Los piratas transmitirán eventos a través de canales sociales públicos, como Twitch, YouTube y Facebook. Esto sucede a pesar de la gestión de derechos digitales (DRM), el cifrado y la tokenización.
Para ayudar a las empresas a hacer frente a la creciente oleada de piratería, Akamai ha creado una primera línea de defensa para los proveedores de servicios de difusión como parte de nuestro Centro de control de operaciones de emisión (Broadcast Operations Command Center).
La idea es frenar la piratería antes de que tenga oportunidad de causar ningún daño. Nuestro objetivo es identificar y mitigar la piratería en la capa de emisión casi en tiempo real y ofrecer resultados basados en datos externos o proporcionar información útil para otras herramientas y servicios, todo ello al tiempo que recopilamos información sobre los intentos de piratería a lo largo de periodos prolongados.
Es fundamental que las organizaciones puedan registrar, conocer y adaptarse a las amenazas de la piratería para comprender mejor dónde están explotando sus servicios los piratas y detenerlos de forma proactiva a medida que atacan.
Las organizaciones pueden combatir mejor las amenazas de piratería a través de cuatro elementos clave:
Supervisión: A través de la supervisión se identifican las regiones que distribuyen tráfico y se obtiene información en tiempo real sobre la situación del flujo de trabajo y del ecosistema de streaming.
Detección automática: localizando huellas atípicas del EDGE, evaluando las amenazas automáticamente y ofreciendo funciones de "puntuación de nivel de confianza" gracias al aprendizaje profundo.
Análisis en tiempo real: es necesario que las organizaciones puedan acceder a análisis programáticos de las solicitudes entrantes en tiempo real, así como a expertos en el dominio de servicios gestionados y funciones de visibilidad directa que incorporan el apoyo de especialistas en piratería y emisiones del BOCC.
Mitigación rápida: La mitigación condicional de infracciones basada en reglas se debe poner en marcha en cuestión de segundos tras la activación. Este mecanismo amplía el paraguas de seguridad, ya que supone un complemento de las capas de protección de los clientes.
La clave es ofrecer la oportunidad a los usuarios de sitios de piratería de convertirse en suscriptores de pago. Dado que el acceso no autorizado se impide casi en tiempo real, los posibles espectadores del contenido pirata se ven empujados a buscar medios legales de acceso, lo que los convierte en consumidores más satisfechos y seguros. Además, la información empresarial recopilada por el servicio puede ayudar a las organizaciones a comprender los patrones de consumo para determinar estrategias de contenido adecuadas de forma más eficaz.
Como se revela en el comentado informe "Piratas a la vista", la piratería está más generalizada que nunca, y las técnicas y tecnologías que emplean los piratas evolucionan continuamente. Las organizaciones deben evolucionar con ellas y ser diligentes en el uso de soluciones que frenen la piratería y protejan su propiedad intelectual.