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Disponer de la liquidez adecuada y garantizar el circuito correcto de entradas y salidas de dinero será clave para impulsar la recuperación y proyectar el negocio hacia la dirección correcta. Por lo tanto, a pocas semanas de cerrar un ejercicio complicado como ha sido este 2020, las pymes deberán tener muy en cuenta, de cara al próximo año, la definición de un plan de tesorería, que incluya los mecanismos de financiación necesarios para impulsar su recuperación.
En su Plan de Tesorería las pymes deberán incluir anotaciones sobre su actividad económica y reflejar -como mínimo- las siguientes partidas:
- Cobros y Pagos relacionados con la actividad propia del negocio. Es decir, anotar la previsión del dinero que se recibirá de los clientes y, por otro, los gastos asociados a proveedores, suministros, recursos humanos o servicios generales.
- Ingresos y Gastos asociados a las inversiones de la empresa. Es decir, en ingresos se anotarán por ejemplo flujos de caja derivados de inversiones financieras. Y en los gastos habrá que contabilizar la compra de activos fijos.
- Entradas y Salidas ligadas a las fuentes de financiación. Por un lado, se tendrá en cuenta la previsión de ingresos procedentes de cualquier crédito o préstamo financiero. Y, por otro lado, el abono de las cuotas relacionadas con la devolución de los préstamos o créditos recibidos, siempre con una visión global y realista de las cantidades que se manejan, es decir, diferenciando el capital principal de los intereses devengados.
Según Pablo Couso, director comercial de Datisa
“las planificaciones en el entorno pyme son claves para su sostenibilidad y crecimiento. Esta planificación en el entorno financiero es aún más crítica cuando nos movemos en entornos inestables como el actual. Por eso, es importante que apuesten por planificar y proyectar a futuro cómo será su círculo económico, qué oportunidades les proporcionará para el desarrollo de su negocio y, de qué manera pueden optimizar sus recursos. Una buena planificación prepara a las pymes para responder con más celeridad ante situaciones críticas, y proporciona la información y las herramientas económicas necesarias para iniciar la recuperación temprana”.
En todo caso, desde Datisa se apunta a la importancia de las herramientas tecnológicas para definir y aterrizar los planes de tesorería de una pyme al entorno real. Un ERP financiero es la clave para analizar la información y proyectar el conocimiento económico del negocio más allá del día a día. Un ERP financiero proporciona la información adecuada para impulsar la toma de decisiones, también con la mirada puesta en el medio-largo plazo.