A lo largo de la vida de una empresa surge la necesidad de utilizar algún tipo de software, aquí nace el dilema entre el Open Source y el Software Propietario, sin acabar de tener claro cuál puede ser mas conveniente desde el punto de vista económico.
Para ello, uno de los indicadores más interesantes es el TCO (Coste Total de Propiedad) para reflejar, con todos los costes integrados, qué Software puede ser más rentable para la empresa. Ya que en muchos casos, no se tienen en cuenta todos los gastos asociados ni los costes ocultos relacionados con el producto inicialmente: mantenimiento, consultas, personal, formación, modificaciones,...
Lo que sí se puede evidenciar es que, aunque parezca una ironía, un software Open Source aparentemente más barato, puede salir más caro que un software propietario. Por este motivo, explicaremos algunos aspectos y algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de invertir en plataformas o sistemas para una empresa con la finalidad que todos buscamos, la rentabilidad.
En la ciudad de Pésaro, en Italia, ha quedado demostrada la vitalidad del análisis de TCO. El gobierno de esta comunidad asegura que después de cuatro años usando OpenOffice como plataforma de ofimática, han cambiado a la plataforma Office 365 porque les sale más barato y rentable, así que, nos ceñimos a la realidad.
Calcularon que perdían un promedio de 15 minutos por empleado intentando adaptarse, además, el Departamento de IT gastaba mucho tiempo en implementación y formación del software, un gran coste de oportunidad que pocas veces se tiene en cuenta.
Por lo tanto, y sin entrar en debates de pérdidas de tiempo y productividad, hagamos números:
En el artículo de Gizmodo determinaron que con la plataforma de código abierto, tenían un coste de 530,38€ al año por empleado, mientras que pagar un software de propietario, Office 365 en concreto, les salía por 197,49€ al año por usuario.
Con esto podemos definir que, una empresa necesita un soporte fiable, productivo, que aporte confianza en vez de sufrimientos y mejor si al final, sale hasta más barato. En este caso, sería interesante hacer un buen análisis de costes, oportunidades, rentabilidad, etc.
Se demostró que la empresa salió ganando valorando los pros y contras, y sobretodo, el TCO de la plataforma. Lo que queremos explicar con este suceso es la importancia de calcular bien el TCO, no solamente el coste de la licencia, sino todo lo que implica su aplicación y uso, instalación, cambios de maquinaria, formación de los implicados, productividad del equipo...
En el caso de las plataformas de Business Intelligence, es fundamental este tema, habría que valorar cuál será la inversión total o TCO para el proyecto y su rentabilidad, comparar las distintas opciones, no solamente con el precio inicial, para poder equiparar entre lo que nos aporta el sistema y lo que nos va a costar.