La información dispersa que guardan las empresas aportaría más valor si se integrara
La información que circula internamente por las empresas es mucha y de muy diverso tipo: quiénes son los clientes, qué compran, qué día y a qué hora, cuál es el importe medio de gasto, cómo son los proveedores y la relación con ellos, y un sinfín más de datos en bruto que podrían analizarse y empaquetarse para proporcionarlos mayor valor, lo que supondría afinar en las estrategias y tener una visión más certera en la toma de decisiones.