Gracias al uso de los procesos electrónicos en las compañías y las administraciones, se estima que este año se enviarán en torno a 20.000 millones de recibos y facturas electrónicas a nivel mundial y 5.500 millones de facturas en Europa.
En el caso de las administraciones públicas el dato es aún más significativo, el alto nivel de deuda pública hace imperativa la necesidad de automatizar todos sus procesos, reduciendo así sosteniblemente los costes. La optimización del sector público Europeo permitiría un ahorro de al menos 40.000 millones de euros.
La incipiente demanda de la factura digital por los propios clientes, augura una tasa de crecimiento sostenible del 20 al 30 por ciento para este tipo de servicios en los próximos años.