El pasado viernes 16 de agosto, la mayoría de los servicios de Google sufrieron un apagón de once minutos que produjo un descenso del 40% en el tráfico mundial de Internet. El incidente, provocado por la caída de un servidor, plantea algunos interrogantes inquietantes sobre nuestra “Google-dependencia”.
El buscador de Google, Gmail, Google Drive, Google Docs, Calendar… Todos estos servicios, usados a diario por millones de internautas en el mundo, dejaron de funcionar el viernes 16 de agosto hacia las doce y media de la noche, hora española. El apagón duró once minutos, pero fue suficiente para producir una disminución del 40% en el tráfico mundial de Internet y costarle a Google pérdidas por valor de más de 400.000 euros, según informa La Vanguardia. Eso sin tener en cuenta el importante deterioro causado a la imagen pública de una compañía que alardea de tener los centros de datos tecnológicamente más avanzados del mundo.
La incidencia fue provocada al parecer por la caída de un servidor que causó un fallo en cadena. No es la primera vez que Google sufre un apagón, ya ha habido incidentes anteriores que afectaron a servicios como Gmail o Google Drive. Pero según apuntan los analistas, nunca un fallo de este tipo había llegado a inhabilitar incluso la página de acceso al popular buscador. Lo que sucedió el viernes, aunque se pueda considerar anecdótico, invita a reflexionar respecto a las siguientes cuestiones.
¿Funcionaron los planes de contingencia?
Cuesta creer que una empresa tecnológica como Google pueda permitirse perder 40.000 euros por minuto debido al simple fallo de un servidor. Sin embargo, teniendo en cuenta la gran complejidad de su infraestructura, volver a levantar todos los sistemas afectados en once minutos resulta un logro bastante meritorio. ¡Parece que al menos el "plan B" sí funcionó!
¿Fue un problema técnico o un sabotaje?
Google no ha ofrecido detalles sobre el incidente, más allá de confirmar los servicios afectados en su página App Status Dashboard. Nada apunta a un ataque informático o un error intencionado, pero sus importantes repercusiones dan que pensar: ¿qué pasaría si alguien tuviera los medios y la oportunidad de inhabilitar los servicios de Google durante horas?
¿Es habitual que sucedan este tipo de fallos?
No resulta frecuente, pero tampoco excepcional. Sin ir más lejos, el diez de julio varias aplicaciones de Google sufrieron una interrupción del servicio menos grave que la de la semana pasada. Otras grandes compañías de Internet tampoco se libran: en marzo, el servicio Outlook de Microsoft estuvo 16 horas caído y Amazon Web Services tuvo un apagón en 2012.
¿Cómo podemos protegernos ante estas situaciones?
El apagón de Google refuerza los argumentos de quienes cuestionan la fiabilidad de los servicios en la nube. Por prudencia, conviene tener una copia de seguridad de los archivos almacenados en Internet, además de un plan de contingencia para poder continuar trabajando en caso de que los servicios alojados en servidores de terceros dejen de estar disponibles.
¿Dependemos demasiado de Google?
La compañía fundada por Larry Page y Sergey Brin en 1998 controla el 83% del mercado mundial de búsquedas (el 95% en España) y el 73% de la publicidad online. Gmail es el correo web más usado del mundo y su plataforma Android también domina en los teléfonos móviles. Nadie parece amenazar el dominio de Internet que tiene Google, excepto tal vez Amazon.
¿Crees que tenemos una dependencia excesiva de Google? ¿Por qué?
Por Roger Garcia
Redactor en Dataprix
Imagen: Google