Vivimos un momento en el que cada vez más la información empresarial traspasa los muros tradicionales de la Organización y se aloja en el entorno Web/online. Un hecho que ‘despierta’ entre los empresarios un sinfín de cuestiones relacionadas con la privacidad, seguridad, gestión y soberanía de los datos. ¿Cómo afectan estas políticas de conformidad normativa a los resultados del negocio? Y ¿cómo funcionarán en una economía global en la que las empresas traspasan tantas fronteras?
Los legisladores marcan el ritmo
Los reguladores y legisladores de todo el mundo están luchando por seguir el ritmo de la revolución tecnológica. La tendencia que estamos empezando a vislumbrar es que la asimilación de las nuevas tecnologías está derribando los límites de las empresas.
Con el Cloud Computing, las TI como servicio y otras soluciones similares aún en proceso de adopción, los estándares sobre estas tecnologías se encuentran, de forma similar, en la etapa 1.0. La innovación constante impulsa actualmente una enorme actividad en la comunidad de estándares. En consecuencia, deberíamos esperar ver estándares adoptados en varios niveles del proceso y almacenamiento de datos, lo que resultará en la rápida aceleración de las tecnologías Cloud.
Esto supone que la puerta está abierta de par en par para que los gobiernos desarrollen políticas y regulaciones flexibles de fomento empresarial, que permitan a sus compañías ser más competitivas en el mercado internacional. Los gobiernos y reguladores con visión de futuro están desarrollando políticas para ayudar a la adopción generalizada de estas tecnologías, para beneficio de sus ciudadanos y empresarios. Como resultado, los países con culturas empresariales y tecnológicas más conservadoras podrían quedarse atrás.
Por ejemplo, los países que desarrollan políticas que restringen el almacenamiento de datos en el extranjero podrían limitar la competitividad de sus empresas en el escenario internacional, particularmente si tenemos en cuenta el hecho de que algunos países ofrecen servicios TI significativamente más baratos que otros.
Un país que está recogiendo los beneficios de esta evolución tecnológica es Islandia. Islandia desarrolló un considerable negocio de outsourcing de centros de datos, ya que ha sido capaz de minimizar los mayores costes actuales –electricidad y refrigeración- gracias, en primer lugar, a la abundancia de fuentes energéticas verdes y naturales y, en segundo lugar, al continuo intercambio de aire limpio que facilita su clima frío.
Existen también varios mercados verticales, como el de servicios financieros, en los que las nuevas direcciones tecnológicas están ganando impulso. Ésta es una industria cuyas TI están predominantemente centralizadas y que necesita manejar una enorme cantidad de legislación y regulaciones relacionadas con el almacenamiento, acceso y privacidad de los datos. Los desafíos recientes sobre la transparencia y disponibilidad de los datos son algunos de los factores clave en la nueva dirección tecnológica denominada TI como servicio, que puede acelerar el suministro de nuevas aplicaciones al mismo tiempo que estandariza la protección de la información de los consumidores.
Ahora mismo, existe un rico conjunto de opciones para alojar los datos fuera del firewall de la empresa, desde las aplicaciones muy simples a los entornos de desarrollo y pruebas flexibles, culminando en sofisticados sistemas de producción a “hiper-escala”.
El cambio trae nuevas responsabilidades. Los legisladores que regulen a favor de esta tendencia permitirán a las empresas de sus países ser más flexibles, ágiles y rápidas respondiendo a las nuevas oportunidades de mercado.
El cambio en el conjunto de habilidades TI
Mientras los reguladores y legisladores están ocupados intentando seguir el ritmo de estos cambios, las nuevas tecnologías están también afectando a habilidades y competencias de los trabajadores de tecnología. . El paso de los procesos e infraestructuras TI internos a un modelo de proveedores externos significa que los departamentos TI están menos centrados en el desarrollo y operación de las aplicaciones, y más volcados en la selección y gestión de los proveedores de servicios con el fin de contratar aquellos que los puedan hacer de forma más eficaz y responsable.
En los próximos años, veremos a los departamentos TI de las empresas consolidarse cambiando sus responsabilidades y actividades diarias . Las grandes empresas estarán rodeadas por una red de empresas más pequeñas, especializadas en servicios TI altamente estandarizados y controlables. De hecho, ya estamos empezando a ver un nuevo grupo de empresas start-up como los agentes cloud, que se centran en ayudar a las empresas a elegir a los proveedores de servicios y aplicaciones cloud adecuados. Adaptándose a este escenario cambiante, los departamentos TI añaden valor a sus organizaciones y se posicionan con fuerza dentro de la nueva estructura estratégica global de la empresa.
Por ejemplo, el entorno cloud presenta una variedad de mejoras de eficiencia para las empresas tecnológicas periféricas a múltiples niveles. Esto podría suponer una mayor receptividad ante los nuevos requisitos empresariales, mayor calidad y consistencia de los servicios TI, y menos paradas y averías. Finalmente, este entorno puede proporcionar una mayor capacidad para que el negocio tome ventaja, de forma proactiva o reactiva, frente a las diversas oportunidades y amenazas que están dentro y fuera de su control.
Cruzar el abismo
La aceptación generalizada de las nuevas capacidades tecnológicas estandarizadas proporcionará a las empresas mayor capacidad de elección, permitiéndoles pasar oportunamente de un proveedor a otro con confianza, sabiendo que sus datos se mantienen seguros y disponibles.
La estandarización es uno de los factores clave que influyen en la asimilación de las nuevas opciones tecnológicas como el cloud computing, incluyendo el almacenamiento de datos en el extranjero. El desarrollo de estándares claros y regulaciones bien definidas ayudará a estas tecnologías a cruzar el abismo, desde el estado de “tecnologías de vanguardia” a la adopción generalizada, beneficiando de este modo a todos los ciudadanos y empresarios.
María José Miranda
Country Manager de NetApp Iberia