1- ¿La información es poder?
Siempre hemos oído que “información es poder”. La frase en si no es incorrecta, pero evidentemente es incompleta. Podrimos terminarla de la siguiente manera:
“La información es poder cuando está en manos de alguien que sabe interpretarla”
Quizás podríamos ampliar esta frase para darle aun más sentido:
“La información es poder cuando está en manos de alguien que sabe interpretarla y tiene la posibilidad de usarla, en beneficio propio o de terceros”
No es exagerado decir que hoy en día a través de internet, todos tenemos ingentes masas de información sobre cualquier cosa. Y el ritmo y la calidad de la información crecen día a día de una forma exponencial.
¿Cómo es posible que, disponiendo de tanta información sobre tantas cosas, tengamos tan poca sobre nuestras empresas?
Es cierto, y no deja de ser curioso, que muchas empresas están convencidas de que disponen de toda la información necesaria. De hecho he oído muchas veces algo así como: “Tengo más información de la que necesito”. ¿Cómo se puede tener más información de la necesaria en una empresa?
Pues sí. Es posible. Alfons Cornella definió esta situación como “Infoxicación”. Se refiere a lo que nos pasa muy a menudo, cuando el grado de información que recibimos es muy alto y el tiempo de que disponemos para procesarla adecuadamente es escaso.
Pero… ¿Por qué se produce este fenómeno?
Asumiendo que en muchas ocasiones existe exceso de información, detrás de este hecho hay algo que debemos aclarar.
En lo que concierne a la información, con frecuencia se confunde la cantidad con la calidad.
Con las herramientas clásicas, es posible inundar de información a cualquiera. Pero solo se puede considerar información de calidad cuando se consigue resumir “todo” en unas pocas pantallas y, aun mejor, si es en una sola. Esta especie de resumen es algo que, en demasiadas ocasiones, se deja en manos de la persona a la que va dirigida, a la que se obliga a hacer un importante esfuerzo mental y a gastar más tiempo del que sería necesario, para sacar las conclusiones que sea posible extraer de la información presentada.
Hay que diseñar formulaspara reducir el “ruido informacional”con la finalidad de aumentar la productividad del tiempo del que disponemos.
También hay que tener en cuenta que no se puede considerar información a aquello que ya sabemos.
Una vez aclarados estos puntos, podemos afirmar que los sistemas de información que tienen las empresas hoy en día es fruto de una informática anticuada que, desgraciadamente, está muy asumida en muchos casos como algo correcto.
Pasa, como en tantos otros casos en la vida, que no se siente necesidad de aquello que no se conoce.
Pero este es el primer eslabón de la cadena para llegar algún día a plantearse la posibilidad de implantar lo que llamamos Holosistema Corporativo.
Y este primer paso consiste en disponer de la información correcta en el momento oportuno y de la forma más clara y resumida posible.
Pero primero veamos qué es lo que están haciendo hoy en día las empresas. O por lo menos, la mayoría de ellas.
MicroKnowledge
Jordi Martí
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