- HOLOSISTEMA CORPORATIVO (1)
Introducción
Hoy ya es posible
Hasta hace relativamente pocos años, la evolución tecnológica se producía a un ritmo que la hacía asimilable para los seres humanos. Pero hoy la sociedad se ve desbordada por la sucesión constante de novedades hasta el punto de que se hace imposible absorberlas.
Y hablando en concreto de informática, la velocidad con la que aparecen nuevas herramientas está provocando un autentico desfase entre el momento en que surgen y su implantación en las empresas.
Pero el verdadero y más importante desfase es el que se produce entre las propias empresas.
Como pasa en todas las cosas, siempre hay quienes son los primeros. Y entre los primeros y los últimos pasa mucho tiempo. Con frecuencia años.
Por lo general, las primeras en el uso de estas nuevas tecnologías son empresas grandes. Aunque no siempre es así. Influye mucho el hecho de que los productos nuevos acostumbran a aparecer en el mercado a precios elevados. Pero está demostrado que incluso cuando los precios bajan hasta llegar a ser accesibles a cualquier empresa, es enorme la cantidad de ellas que siguen sin contemplar la incorporación a su gestión de las mismas. He oído muchas veces el comentario: “nosotros somos muy pequeños”.
Esto contribuye en general a que las empresas grandes se hagan más fuertes y más débiles las medianas o pequeñas.
Muchas veces utilizo el ejemplo de “La Caixa” y la Caixa Laietana. Sus dimensiones son absolutamente diferentes. Pero básicamente hacen lo mismo. Sus problemas son idénticos. Lo que no es igual son los servicios que pueden prestarles a sus clientes. Porque los primeros disponen de las más avanzadas tecnologías (y son de los que las usan bastante bien) y los segundos no disponen de ellas. Está claro que es más fácil luchar contra el tamaño de nuestros competidores usando las mismas tecnologías que ellos, equiparando así los servicios que podemos ofrecerles a nuestros clientes.
De todas formas, una cosa es usar la tecnología y otra muy distinta es como se usa. Ahí se vuelve a producir un nuevo desfase entre empresas a pesar de que dispongan de las mismas herramientas.
Pasemos pues a explicar en que se basa el nuevo sistema que estamos creando y que da título a este artículo.
El principio básico de lo que llamamos Holosistema Empresarial es el hecho de que una empresa es un “ser vivo” con los mismos comportamientos que cualquier otro. Y en este caso, las células que componen a este ser son todos los individuos que trabajan en ella.
Siendo así, tenemos claro que en ella todos los fenómenos están interconectados, interrelacionados y son interdependientes. En una empresa existe una unidad básica entre todas las cosas. Sucede como en el cuerpo humano. Cuando algo falla, afecta a todo el organismo.
Cada intervención sobre el proceso de la empresa repercute en los sistemas de interacción, equilibrio, autorregulación y modificación.
Conocer todo lo que sucede en la empresa y saber de forma fácil como afecta a todo el sistema es el objetivo primordial del Holosistema Corporativo.
Esto representa en primer lugar conocer a todos los individuos que forman la unidad que llamamos “empresa”.
Y para eso debemos tener en cuenta que si bien el Director es un profesional y un experto, el trabajador es el mayor experto en el conocimiento de sí mismo. Debe ser respetado y tomado en cuenta. Uno a uno. Todos.
Así mismo se hace indispensable que el individuo tome conciencia de su situación, asuma la responsabilidad de su trabajo, y aprenda a auto gestionarse y dirigirse, a modificar los hábitos de vida y las relaciones sociales si pueden facilitar la mejora laboral.
Todo lo comentado hasta ahora y sin las herramientas de las que disponemos en estos momentos, solo hubiera sido posible mediante reuniones de mentalización, entrevistas y la creación de documentos metodológicos destinados a ir desarrollando una forma de trabajar distinta a la que ha sido habitual hasta hoy. Pero con este sistema, el seguimiento de la evolución de los resultados hubiera sido casi imposible. Solo nos podríamos basar en el resultado final sin saber muy bien cuales han sido los actos que lo han provocado.
¿Conoce la persona que recibe las llamadas telefónicas que incidencia tiene en la empresa el hecho de no atender correctamente una llamada de alguien que pide información?
¿Conoce el Director de Informática que habría sucedido si hubiera aceptado y atendido la visita de alguien que decía tener un aplicativo que podría mejorar el resultado de su organización?
¿Cuál habría sido el resultado si el Director Comercial no hubiera rechazado aquel pedido por no aceptar el descuento solicitado por el cliente?
¿Qué incidencia puede tener en la empresa que el Director Financiero retrase el pago a un proveedor?
¿Sabe el responsable de compras la incidencia de no tener un producto cuando un cliente lo solicita?
Parecen preguntas difíciles de responder porque se basan en “Que hubiera sucedido si….”. Pero todos estos actos tienen sus consecuencias.
En el caso de la llamada telefónica mal atendida, probablemente hemos perdido la oportunidad de ganar un cliente. Y sabiendo quien fue el que llamó, podemos imaginar cual es su capacidad de compra.
En el caso de la visita no aceptada por Informática, es posible que alguien de su competencia si la haya aceptado y que al final haya adquirido un producto que los deja en desventaja respecto a ellos.
Cuando el Director Comercial rechaza un pedido, no es difícil extrapolar cuales habrían sido los resultados si lo hubiera aceptado. Lo cual no significa forzosamente que estos hubieran sido buenos.
¿Y si después de que el Director Financiero retrase un pago a un proveedor, este nos exige una forma de pago en los siguientes pedidos más desfavorable del que teníamos?
Cuando no podemos servir un pedido por no disponer del material, lo importante no es la perdida de esta venta, sino lo que hace este cliente. Si no puede o no quiere esperar, se lo comprará a la competencia. Y si esta competencia trabaja bien, hará lo posible por ir convirtiéndose en su proveedor habitual.
Está claro. Tanto en la vida como en las empresas, todos los actos tienen sus consecuencias. Lo que hacemos y lo que dejamos de hacer.
En ambos casos y en demasiadas ocasiones, no somos capaces de relacionar lo que hacemos con lo que pasa después.
Pero centrándonos en el ámbito empresarial, estamos seguros de que la mayoría de empleados no solo no conocen en la mayoría de casos las consecuencias de sus actos, sino que tampoco es algo que les preocupe especialmente.
Podríamos afirmar que solo en los casos en que estos tienen una influencia directa sobre sus ingresos, tienen un seguimiento sobre los resultados de su trabajo. Un caso claro es el de los comerciales.
Pero en general, los trabajadores, o no tienen esta preocupación o no tienen forma de conocer el fruto de su trabajo cuando la tienen. Al final ocurre que hacen su trabajo lo mejor que pueden o quieren, sintiéndose parte de una cadena pero desconociendo con datos concretos cual es la repercusión de su labor en el resto de la empresa.
Sirva como ejemplo una de las labores que, desgraciadamente, esta menos valorada en las empresas. La recepción de llamadas telefónicas o de visitas.
A todos nos pasa que a veces llamamos a empresas sabiendo que la primera conversación que se producirá antes de que nos pasen con la persona con la que deseamos hablar será, en el mejor de los casos, fría e insulsa.
Sin embargo, a veces llamamos a empresas sabiendo que vamos a ser atendidos con alegría, inteligencia y amabilidad. Nos es más agradable llamar a este tipo de empresas que a las anteriores. En igualdad de condiciones, preferimos hacer un pedido a esta empresa que a la mencionada anteriormente.
La pregunta es: ¿es consciente la persona que trata a la gente que llama de forma exquisita de cómo influye este hecho en el bien de la empresa?
¿Alguien valora de verdad su forma de actuar y hace que se sienta orgullosa de ello?
Hay empresas que se gastan fortunas en montar una recepción excelente y no se fijan en la forma en que se atiende a las personas que los visitan o que llaman por teléfono.
Y como dicen, solo hay una oportunidad para dar una buena primera impresión.
Solo es un ejemplo. Pero he querido ponerlo por tratarse de una área a la que normalmente no se le da mucha importancia.
¿Qué se puede hacer para que esta persona conozca de alguna manera las consecuencias de su buena labor en la empresa?
¿Y qué se puede hacer para que lo conozcan los demás?
Y así, con todos los departamentos. Con todas las personas.
Holosistema Corporativo, pone a disposición de todas las personas el conocimiento de la labor colectiva e individual. La empresa no solo podrá informar a los empleados de su evolución, sino también de la aportación de cada uno de ellos a la misma.
De esta forma se busca mejorar la auto motivación de los trabajadores haciendo que se sientan tan importantes como lo sea su aportación a la empresa. Que se sientan realmente parte de ella.
El aumento del bienestar de los trabajadores solo puede repercutir de forma positiva en la marcha de la empresa.
680 692 522
Jordi Martí
www.microknowledge.net
(Este es el primer capítulo del libro “Holosistema Corporativo”. De forma periódica se irán publicando digitalmente los siguientes.)