Estamos en el umbral de cambios del paradigma de TI. Hemos pasado el camino desde los ordenadores mainframe, a través del modelo servidor/cliente, hasta la era de la Nube y de post-PC. El modelo en las Nubes es cada vez más a menudo adoptado por las firmas, en consideración a las posibilidades de reducción de costes, el mejoramiento de la escalabilidad y aumento de elasticidad de la infraestructura de TI.
El cambio de paradigma de la organización de TI no es un cambio tecnológico Es un cambio del modelo empresarial comparable, en cuanto a su escala y a los efectos de influencia, a los cambios por las que, hace tiempo, pasaba la industria de motorización, en consecuencia de la incoación de reglas de la concepción de administración in-time, incluida la automática y robótica.
El nuevo modelo empresarial en las Nubes exige en las organizaciones de TI cambios en el modo de llevar la actividad, en el modo de organizar el negocio, en las relaciones con los clientes y en el modelo de aprovisionamiento de servicios. Es un cambio muy profundo. Si suponemos que las TI han de ser provisionadas en el modelo de servicios públicos parecido al de la oferta de los teleoperadores o proveedores de energía, éste sería un inmenso cambio de imagen, al que, hasta hoy día, hemos estado acostumbrados.
Las organizaciones de TI guardan las esperanzas de que la mitad de nuevas cargas de la conversión de datos sea trasladada a la Nube y la mayoría de las aplicaciones y de la infraestructura interempresarial de las compañías vaya migrando a la Nube a lo largo de los próximos años. Esto exige en el sector de TI una repentina y profunda reorganización del modelo tradicional de negocio.
Las TI, aparte de provisionar nuevas soluciones en la Nube prácticamente desde principio, tiene que tomar en cuenta el hecho de la existencia de sistemas viejos, menos elásticos y de una escalabilidad limitada. No se puede esperar que todos los clientes empresariales vayan de repente sustituyendo los viejos sistemas en las Nubes por los nuevos. En gran medida, la tarea de las TI consiste y en el futuro también consistirá en ajustar los sistemas corporativos actuales al medio de las Nubes.
Para que el nuevo modelo de negocio se hiciera común, son imprescindibles los estándares uniformes, cuyo objetivo será aumentar la seguridad y confianza hacia la Nube. No tenemos grandes temores en cuanto a los servicios energéticos o de telecomunicación que nos son prestados. No penetramos el funcionamiento de todo esto. Simplemente, esperamos que por un precio variable y no muy alto, dependiente de energía consumada o minutos de llamadas realizadas, obtengamos exactamente lo que esperamos. Que una bombilla en nuestra casa dé la luz y que por el teléfono podamos pedir taxi. La Nube también ha de ser simplificada al máximo. Se ha terminado el tiempo de los magos con su tecnohabla y ha empezado ha era de servicios concretos, fáciles e intuitivos.
Esto exige otra visión de la organización. Una visión empresarial, pragmática, con amplia actitud hacia el mercado. La creación de la oferta apoyada en el mercado de servicios o plataforma con aplicaciones dirige el modelo de TI hacia la utilización masiva de la infraestructura. Esto, a su vez, limita la posibilidad de individualizar la oferta. No obstante, este modelo venció en el mercado de servicios de Internet para los usuarios individuales y esta será la dirección de cambios en el mercado de usuarios empresa.
Tenemos entonces una oferta de servicios masiva y pública. Tenemos también un modelo de pagos relacionado con el uso real de recursos. Tenemos nuevo canal de distribución de servicios: Internet y redes de ordenadores. Otra conclusión es el cambio del pensamiento de los empleados de TI, del pensamiento tecnológico a uno empresarial. Lo que espera el usuario (empresarial o individual, da igual), es la solución de un problema concreto, la facilitación del aspecto concreto.
La tecnología es secundaria y subordinada a los objetivos, al igual que la modernización de la actividad de la empresa o aprovisionamiento de un servicio concreto y esperado por el cliente individual. Lo que cuenta es el máximo nivel de satisfacción. Lo que decidirá sobre la elección de la tecnología serán las proporciones adecuadas entre los niveles de satisfacción y el coste de los servicios.
Sin duda alguna, los proveedores de TI tienen que prepararse para el aumento del factor de cooperación en el modelo de las Nubes. La colaboración tendrá muchas dimensiones. No solo en el nivel de firmas especializadas entre sí, sino que también en el nivel de las PYME de TI con las corporaciones de TI, de los proveedores de TI con los brókers o entre los proveedores de TI con los clientes empresariales. Sobre todo este último aspecto resulta esencial. Los proveedores de TI tendrán que sumergirse de manera más profunda en la colaboración con sus clientes en la organización, administración y apoyo para los procesos de negocios.
Los desafíos de las organizaciones de TI llegan mucho más lejos de lo descrito más arriba. Se refieren también, entre otros, a la creación de nuevos y más eficaces sistemas de organización en forma de plataformas de empresas y organizaciones modulares. La Nube puede ser el espacio para experimentar, testar y pilotar nuevas ideas de productos y organizaciones.