Los escritorios virtuales son sistemas informáticos que no se ejecutan directamente desde la máquina o dispositivo desde el que vamos a usarlo. Los recursos que utilizamos a través de estos escritorios virtuales, ya sean datos o software, no están físicamente instalados, ni guardados en el ordenador o dispositivo en el que se están utilizando. Esto ofrece un gran número de ventajas y beneficios a nivel empresarial.
Eso sí, para poder utilizar estos recursos en la nube, es necesario contar con un dispositivo que cumpla con una serie de requisitos y especificaciones técnicas, como una memoria RAM adecuada o una importante velocidad del procesador entre otros. Estas especificaciones variarán dependiendo del tipo de escritorio virtual que usemos y de las aplicaciones que deba soportar.
Ventajas que ofrece un escritorio virtual
Son muchas las ventajas que ofrece este sistema de virtualización a las empresas, entre las que destacan las siguientes:
En primer lugar, al utilizar un escritorio virtual en una empresa, se evitan problemas de incompatibilidades con diferentes versiones de un mismo software. Al no usar esta tecnología, en muchas ocasiones, los equipos de las organizaciones no se actualizan todos a la vez, por lo que se presentan estas discrepancias. En un escritorio virtual esto no sucede. Todos los equipos utilizan la misma versión.
De la misma manera, cuando se actualizan los sistemas operativos de la empresa, hay aplicaciones que han de ser modificadas, ya que no funcionan con las nuevas versiones. Esto no sucede con el escritorio virtual, ya que en este caso se crearía un sistema específico para las nuevas aplicaciones.
Otra ventaja de este sistema de trabajo es que si se produce un fallo crítico o un suceso imprevisto, este no afecta directamente a la máquina, sólo a la virtualización, por lo que es una excelente herramienta para los desarrolladores y supone un ahorro en costes de material y, sobre todo, de tiempo.
Por último, pero quizá la más importante, los escritorios virtuales son mucho más seguros. Las aplicaciones, datos, y recursos que utilicemos no se encontrarán físicamente en el dispositivo, si no en la nube o un servidor. Esto permite que el acceso a ellos sea más complicado, por lo que se disminuye drásticamente el robo de información o la perdida de datos por avería o corrupción del equipo.
Por otra parte, los escritorios virtuales ofrecen una serie de importantes ventajas para el usuario:
La principal es que el empleado puede trabajar desde cualquier lugar, ya que los recursos que necesita para desempeñar su labor están disponibles solo a través un dispositivo que cumpla los requisitos técnicos y una conexión a internet. Y el entorno es igual de seguro que en la oficina física.
Otro de los beneficios de estos escritorios es que es más fácil y menos costoso crear un nuevo puesto de trabajo, tanto en el mismo centro de trabajo como en sucursales y oficinas remotas.
Otras ventajas son que es una solución escalable, ya que es muy fácil añadir recursos en picos de trabajo, su aplicación es rápida y flexible, y además aumenta la productividad.
Tipos de escritorios virtuales: cuál elegir
Existen dos tipos de escritorios virtuales: VDI (Virtual Desktop Infrastructure) y DaaS (Desktop as a Service).
El primero de ellos, el escritorio VDI, es un sistema en el que la empresa accede a los recursos a través de un servidor externo, mientras que en el sistema DaaS es el proveedor cloud el que se encarga de ofrecer estos recursos necesarios y realizar además todas las actualizaciones.
A la hora de decidirse por un tipo u otro, hay que tener en cuenta varios factores, pero principalmente para pequeñas organizaciones el más adecuado es el DaaS, ya que su infraestructura da la posibilidad a estas organizaciones de ahorrar una importante suma tanto en los costes iniciales, como en todos los relacionados con los servidores, almacenamiento o centro de datos. El mantenimiento de un escritorio virtual DaaS también implica un coste mayor.
La posibilidad del pago por uso que da este tipo es una razón muy decisiva para convertirse en el más adecuado para las pymes.
Y Aunque el escritorio VDI ofrece también importantes ventajas, es actualmente más indicado por organizaciones de mayor tamaño, ya que la complejidad de su instalación es mucho mayor y la inversión inicial en infraestructura es más elevada si la comparamos con el DaaS.
Pero lo que está claro es que los escritorios virtuales sean del tipo que sean, permiten ahorrar importantes costes de hardware. Como son infraestructuras alojadas en la nube, se elimina la necesidad de invertir en máquinas ni en servidores. Estas ventajas, añadidas al resto que acabamos de comentar, permiten a las empresas optimizar al máximo sus servicios de accesibilidad, fiabilidad y seguridad.
