Los datos de las compañías crecen día a día, alcanzando un volumen que hace necesaria la adopción de un sistema que no solo de respuesta a las necesidades de almacenamiento, sino que permita una acceso rápido y centralizado a la información.
Además, deben ser infraestructuras que cuenten con protección ante desastres, copias de seguridad y otra serie de servicios importantes para la gestión de las tareas corporativas. Y todo ello, con el deseo añadido de no llevar a cabo grandes inversiones iniciales ni incrementar los gastos de mantenimiento y actualización.
Ante esta necesidad, son muchas las organizaciones que se plantean si continuar con el sistema tradicional de almacenamiento e entornos locales, o bien migrar a infraestructuras de Cloud Computing. Ambas plataformas presentan ventajas e inconvenientes que habrá que analizar en profundidad para saber cuál es el que se adapta mejor al modelo de negocio.
Veamos la diferencia que existe entre ambas posibilidades y qué puede aportar cada una.
Almacenamiento local
Un centro de datos local es un conjunto de servidores propiedad de la empresa, que se gestiona y controla de un modo privado. Son las propias corporaciones las que albergan en sus instalaciones los equipos donde se almacenan todos los datos.
También son los responsables de las empresas quienes se encargan de su mantenimiento, de las actualizaciones de hardware y software, así como de llevar a cabo las copias de seguridad de la información, entre otras serie de tareas.
Este modelo plantea una serie de desventajas, como mayores costes de mantenimiento de los sistemas informáticos -tanto a nivel de hardware como de software-, son más probables las
pérdidas de información -si se produce una interrupción o caída de los servidores locales- y la inversión es mucho más elevada, ya que es necesario adquirir infraestructuras y servicios añadidos de mantenimiento.
Sin embargo, también aporta otra serie de importantes beneficios, entre los que destacan los siguientes:
- El sistema local ofrece una mayor confianza y seguridad cuando se producen problemas de conectividad a Internet. El hecho de tener los datos guardados en los servidores de la compañía evita tener que depender de conexiones de red externas, es decir, si hay un fallo de red, no se podrá acceder a la información almacenada.
- Control total de los datos: las empresas que manejan datos de gran importancia, donde la intimidad es un elemento esencial, el entorno local asegura un control absoluto del entorno informático corporativo, con accesos restringidos y otro tipo de servicios que refuerzan la privacidad de la información.
- Información siempre disponible. Es complicado que los entornos en la nube sufran interrupciones importantes, pero puede pasar. Si es ocurre, las organizaciones no podrán acceder a sus datos. Sin embargo, si es sistema de almacenamiento es local, un problema en internet o una caída de la red no afectará a la hora de acceder a los datos, que estarán seguros y disponibles en sus propios servidores.
Por su parte, los servicios de Cloud Computing, conocidos también como servicios en la nube o informática en la nube, ofrecen opciones de almacenamiento a través de Internet. O dicho de otro modo, el Cloud permite ofrecer servicios de computación a través del almacenamiento en la nube. El usuario, sin necesidad de instalar nada en su ordenador, tendrá acceso a múltiples utilidades, que van desde las tareas más cotidianas hasta procesos técnicos muy avanzados.
La principal utilidad de esta tecnología es evitar que el ordenador del usuario asuma una fuerte carga de trabajo a la hora de ejecutar múltiples aplicaciones. Gracias al almacenamiento en la nube, de esto se encargan unos servidores, dedicados a atender peticiones en cualquier momento y ofrecer servicios, recursos, hardware, software y datos, únicamente mediante una conexión a Internet.
Pros y contras del almacenamiento en la nube
Los beneficios que las infraestructuras Cloud ofrecen a las gestiones empresariales son importantes y variados, ya que además de las ventajas propias de la propia plataforma, permiten el pago bajo demanda, es decir, pagar únicamente por las prestaciones que se necesitan con cuotas que varían según el número de usuarios o de la capacidad de almacenamiento.
Es posible además aumentar o disminuir prestaciones según se vaya necesitando según los requerimientos de la empresa. Se trata por tanto de una alternativa rápida y segura de utilizar servicios muy variados.
Sus ventajas se pueden resumir en estas características:
• Seguridad y fiabilidad. Los proveedores de servicios Cloud tienen políticas de seguridad muy rigurosas y además es mucho menos probable la caída del sistema con las consiguientes pérdidas de información, situación algo más habitual en las soluciones de almacenamiento local.
• Movilidad. El acceso a la información es posible desde cualquier lugar y en cualquier momento. Solo se necesita conexión a internet y los usuarios podrán acceder en tiempo real y desde cualquier dispositivo.
• Reducción de costes. Se eliminan inversiones en la adquisición de equipos de hardware y en licencias de software. Como los entornos de la nube trabajan en plataformas virtuales y no físicas, se evita además la necesidad del mantenimiento de los equipos. Esto será una tarea del proveedor de hosting cloud, pero nunca de la empresa.
Backup automático: es muy importante la labor que las infraestructuras cloud llevan a cabo en materia de servicios añadidos, como son las de copias se seguridad , que se realizan de manera automática y los usuarios siempre podrán acceder