Llevo muchos años dentro del mundo del BI, en LiteBI y en otras empresas, y siempre he tenido la sensación de que ha habido mucho ruido y pocas nueces. Pretendo defender en este artículo algo sencillo pero muchas veces olvidado: El Business Intelligence es importante.
No es un artículo de lujo. Es una necesidad competitiva.
A veces, los proveedores de software y los consultores, enfrascados en la tecnología y en la terminología, olvidamos la raíz de nuestro trabajo: resolver problemas concretos de nuestros clientes, aportar valor, ayudar al negocio.
Con el Business Intelligence, a menudo se ha destacado lo aspectos más accesorios: los bonitos cuadros de mando, la potencia tecnológica, la grandiosidad del despliegue… y puede estar muy bien, pero no es lo importante.
Más que el cómo, lo importante es lo que las empresas se preguntan, el para qué:
¿Para qué necesito yo una herramienta de Business Intelligence?
¿Para qué sirve el Business Intelligence?
Siempre se ha dicho que la Inteligencia de negocios sirve para que “las empresas tomen mejores decisiones y sean más competitivas”, lo cual es cierto y positivo. Sin embargo, para un directivo, además de algo abstracto es casi ofensivo. Es normal que se pregunte:
¿Qué pasa?
¿Ahora no tomo buenas decisiones?
¿No son decisiones basadas en datos?
¿No soy capaz de hacer que mi empresa sea competitiva?
Creo que el Business Intelligence no está para hacer más inteligentes a los directivos (o a cualquiera que tome decisiones) y más competitiva a la empresa, creo que el Business Intelligence está para ayudar a los directivos a que hagan más inteligente y más competitiva a su empresa.
En concreto creo que la propuesta la Inteligencia de negocios tienes dos aspectos clave:
- Ahorrar tiempo y dinero.
- Ayudar a tomar mejores decisiones con más y mejor información.
Ahorrar tiempo, porque la inmensa mayoría de las empresas toman decisiones con información, en forma de hojas de cálculo (el omnipresente Excel) o informes a medida, pero suelen ser procesos que llevan mucho tiempo, tiempo que podría invertirse en tareas más importantes y que aporten más valor al negocio. En este sentido el BI estaría para sustituir un proceso manual de gestión de la información por un proceso automático.
Ayudar a tomar mejores decisiones, porque el Business Intelligence pone en manos de las personas que toman las decisiones: más y mejor información, en el momento adecuado y más accesible y visual. Y esto supone una gran ayuda para responder mejor y más a menudo a las preguntas claves del negocio:
¿Cómo van mis ventas? ¿Qué puedo hacer para vender más? ¿Qué puedo hacer para controlar mis costes? ¿Cuál es mi situación financiera y cómo tengo que responder? ¿Qué puedo esperar del futuro?
Visto así, el Business Intelligence se convierte en algo imprescindible en cualquier empresa informatizada, en cualquier empresa que se haga preguntas sobre el futuro, y que necesite información para responder a esas preguntas. Tomar decisiones con información es una necesidad básica de cualquier negocio, y el Business Intelligence es la forma más eficaz de hacerlo.
Quizá hace dos o tres años las empresas podían sobrevivir sin ser verdaderamente competitivas sin dar respuestas de calidad a esas preguntas, pero ahora ya no. ¿Acaso no es ahora cuando hacen falta más empresas, y más inteligentes?
Un saludo,
Javier Giménez
Director de Litebi