Según la ONU en 2050, el segmento de personas mayores de 60 años representará el 43% de la población española, ¿cómo podríamos saber que una persona de este segmento no ha realizado alguna de las cosas que siempre hace? si nuestro anciano siempre merienda entre las 18h y las 19h, ¿y si un día no lo hace, y no se levanta del sofá en toda la tarde? ¿Estará bien?, ¿se sentirá mal o tendrá algún problema?
Para dar respuesta a estas y otras muchas más preguntas, existen un conjunto de tecnologías que nos ayudan como son las Tecnologías del Conocimiento, Inteligencia Artificial, Inteligencia Ambiental, Domótica y Telecomunicaciones.
Estas tecnologías consisten en la colación de sensores en la vivienda que nos permiten conocer que está pasando en cada momento, respetando la intimidad de los habitantes. Una de las principales ventajas del sistema es que, además de proporcionar un plan de ayuda, aprende a partir de su utilización, es decir, aprende a partir de las rutinas que los distintos habitantes van realizando en la vivienda.
De esta manera, por ejemplo, si todos los días después de comer una señora ve la televisión una hora, pero los lunes lo hace dos porque le gusta un programa determinado, el sistema recuerda ese hábito y no avisa. Pero si siempre merienda a la misma hora, y no se levanta a la cocina y continúa sentada más tiempo del habitual, alertará a la central.
¿Qué podemos hacer cuando se detecta una alarma? El sistema genera de manera automática una serie de medidas como si lo hiciese un experto, tanto para asegurarnos si pasa algo grave que requiera intervención de personal especializado como un plan para el personal especializado si se confirma que la alarma requiere la intervención.
Tomás Garzón Hervás, Director de Tecnología de IActive
