¿Implementar su propia plataforma, contratar el servicio a un tercero o llegar a un acuerdo tecnológico con un proveedor experto?
Muchos proveedores de servicios de TI como Claranet han introducido en su portfolio este tipo de soluciones, construyendo plataformas para ofrecer el servicio. Sin embargo, a día de hoy la predicción realizada por Gartner que el 40% de todos los ordenadores de empresa estarían virtualizados en 2013, no se ha materializado. Aunque la virtualización de escritorio no es todavía la opción por defecto para los departamentos empresariales de TI, lo cierto es que miles de organizaciones han optado por este modelo y no piensan volver al tradicional. El mercado está creciendo a un ritmo muy alto y cada año hay más compañías que migran hacia este modelo los ordenadores de sus empleados.
Aunque la virtualización de escritorio no es todavía la opción por defecto para los departamentos empresariales de TI, lo cierto es que miles de organizaciones han optado por este modelo y no piensan volver al tradicional. El mercado está creciendo a un ritmo muy alto y cada año hay más compañías que migran hacia este modelo los ordenadores de sus empleados.
¿Qué es el escritorio remoto?
La virtualización de escritorio o solución de escritorio remoto es un conjunto de tecnologías que permite a los usuarios conectarse a un computador para trabajar de forma remota desde otro dispositivo.
Las principales ventajas que ofrecen estas soluciones son:
- Posibilidad de trabajar desde cualquier lugar
- Fácil recuperación de backup
- Fácil gestión de aplicaciones.
- Menos coste que las soluciones tradicionales.
¿Cómo implementar un escritorio remoto?
El primer reto que tienen que afrontar los proveedores de servicios TI que están interesados en ofrecer servicios de escritorio remoto es decidir qué modelo de negocio van a implementar. Disponen varias alternativas: construir su propia plataforma, comprar una solución cerrada y diseñada por otro proveedor o asociarse con un proveedor de servicios especialista en estas soluciones.
Opción A: construir
El desarrollo de su propia plataforma debería dotar a la empresa de mayor margen comercial y control sobre el servicio que va a ofrecer, al menos este es el punto de vista de la mayoría de compañías. Parece lógico pensar que es así, ya que se decide la tecnología que se va a utilizar y el nivel de servicio que se va a ofrecer. La realidad, sin embargo, es que esta opción requiere de experiencia y de gran conocimiento técnico, pues es muy probable que durante la fase de diseño e implementación de la plataforma aparezcan problemas que obliguen a adaptar el diseño y que la solución final se vea afectada tanto a nivel de margen como a nivel de servicio.
Opción B: comprar
La segunda alternativa por la que puede optar una compañía es implementar una solución probada y funcionado de otro proveedor. En este caso se elimina el tiempo de diseño e ingeniería, lo que permitirá disponer del servicio en un tiempo mucho más corto, aunque se perderá capacidad de control sobre el servicio, ya que las soluciones de terceros suelen ser cerradas y ofrecen limitadas opciones de configuración. Un ejemplo que ilustra este tipo de plataformas es el servicio Office 365 de Microsoft que muchos proveedores están optando por ofrecer dentro de su portfolio.
Opción C: asociarse
A menudo la mejor opción es encontrar un partner tecnológico, que disponga del conocimiento y experiencia en la construcción de este tipo de plataformas. Los beneficios de esta alternativa son claros: permite construir la plataforma en un tiempo razonable y a medida, eligiendo los servicios que se quiere ofrecer y el nivel de servicio. Para que el proyecto sea un éxito tiene que asegurar un SLA o acuerdo de nivel de servicio adecuado al servicio que va a ofrecer su partner, delimitar las responsabilidades.
Con esta alternativa se podrá ofrecer una solución global a los clientes según su expertise (telefonía IP, comunicaciones unificadas, gestión de aplicaciones específicas, etc.) y delegar la gestión de la plataforma de escritorio remoto contando con la posibilidad de adaptar el servicio a nivel de marca y ofrecerlo como parte de su portfolio.
Por último, antes de decidir qué tipo de modelo de servicio va a implementar en su organización para ofrecer soluciones de escritorio remoto, cabría tener en cuenta estas dos consideraciones:
- El SLA que exige el cliente final cada vez es más alto para este tipo de servicios. No se acepta una breve interrupción, ya que quedarían cientos de usuarios finales sin poder trabajar, lo que provoca considerables pérdidas económicas y clientes descontentos con el servicio.
- Llegar a conseguir un beneficio con este tipo de servicios requiere de una masa mínima de clientes para superar el punto muerto, y en muchísimas ocasiones este número de usuarios no se consigue hasta pasados dos años de la puesta en marcha del servicio.
Por Àngel Pérez, Director de Producto en Claranet