Imaginemos una empresa como si fuera un cuerpo humano. Pensemos en los elementos que el cuerpo humano tiene para tomar decisiones. Así podremos entender con facilidad los procesos y las herramientas necesarios dentro de una empresa para tener un sistema de toma de decisiones. En el cuerpo humano encontramos: - Herramientas de importación y ETL: nuestros sentidos. - Una herramienta para organizar de los datos: nuestro cerebro. - Herramientas de reporting: nuestras manos, nuestras palabras. - Una herramienta para la toma de decisiones: nuestro corazón. Lo que es complicado imaginar es cómo utilizar de forma eficaz estas herramientas dentro de una empresa. Podemos comparar una empresa con un cuerpo humano que tiene que recoger datos, tratarlos y finalmente utilizarlos para tomar decisiones, para producir ideas. Como el cuerpo humano, la empresa absorbe gran cantidad de datos desde el exterior (clientes, proveedores, facturas – colores, sonidos, olores para el cuerpo humano), y desde el interior (procesos empresariales, funcionamiento de departamentos – sentimientos, pensamientos para el cuerpo humano). Para que todo lo recibido y probado produzca ideas, hay una herramienta en nuestro cuerpo que procesa, día y noche, sobre todo noche, de forma inconsciente, toda la información recibida y la va organizando y almacenando en nuestra memoria. Es de los recuerdos bien almacenados y ordenados de donde nuestra mente obtiene información para producir conocimiento, estrategias e ideas.
Los sentidos
Las empresas actuales están estructuradas de forma que los datos son recogidos en soportes informáticos más o menos evolucionados. Lo que es necesario para que la empresa esté en condiciones de transformar estos datos de forma automática (en el cuerpo humano sería de forma inconsciente) es tratarlos tras la importación en lo que serían los procesos de ETL (Extraction, Transformation and Loading). La recogida se realiza sabiendo que se reciben unos datos, y la empresa sabe si ya dispone de ellos, justo como el cuerpo reconoce un determinado aroma cuando lo olfatea por segunda vez.
El cerebro
El paso siguiente es organizar estos datos convirtiéndolos en información que ha de poderse recuperar de forma inmediata desde los espacios de nuestra memoria debidamente organizados, y si otro aroma parecido se vuelve a presentar estar preparados para reconocerlo, saber que ya lo tenemos clasificado, y no volver a almacenarlo si no es necesario. Para realizar todas estas funciones en la empresa tenemos la modelización de la base de datos y una plataforma software en la que podemos confiar.
Las manos, las palabras
Si además queremos visualizar la información en tablas sintéticas, tenemos la posibilidad de representarla en informes, o mejor en gráficos o diagramas, que nos pueden servir tanto para uso propio como para los demás, tal como nuestro cuerpo haría con un dibujo o una rápida explicación.
El corazón
Finalmente, las decisiones han que ser tomadas por un equipo motivado de personas que sepan interpretar la información con su sensibilidad o con el saber adquirido a partir de procesos estudiados en experiencias anteriores. Esta actividad, por la sensibilidad que conlleva será llevada a cabo por el corazón en este símil antropomorfo del Business Intelligence. Carlo