En otras unidades hemos aprendido cómo es una base de datos relacional y hemos estudiado un lenguaje, el SQL, que nos roporciona mecanismos para crear estas bases de datos, así como para actualizarlas y consultarlas.
Sin embargo, todavía debemos resolver algunas cuestiones fundamentales para poder emplear la tecnología de las bases de datos relacionales; por ejemplo, cómo se puede decidir qué relaciones debe tener una base de datos determinada o qué atributos deben presentar las relaciones, qué claves primarias y qué claves foráneas se deben declarar, etc. La tarea de tomar este conjunto de decisiones recibe el nombre de diseñar la base de datos.
Una base de datos sirve para almacenar la información que se utiliza en un sistema de información determinado. Las necesidades y los requisitos de los futuros usuarios del sistema de información se deben tener en cuenta para poder tomar adecuadamente las decisiones anteriores.
En resumen, el diseño de una base de datos consiste en definir la estructura de los datos que debe tener la base de datos de un sistema de información determinado. En el caso relacional, esta estructura será un conjunto de esquemas de relación con sus atributos, dominios de atributos, claves primarias, claves foráneas, etc.
Si recordáis los tres mundos presentados –el real, el conceptual y el de las representaciones–, observaréis que el diseño de una base de datos consiste en la obtención de una representación informática concreta a partir del estudio del mundo real de interés.