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Madrid 25 agosto de 2021.- Teniendo en cuenta que en primer lugar el ERP que hemos elegido se adapta a las necesidades de nuestra organización, como en toda inversión hay que tener en cuenta en coste. El precio de un ERP depende de muchas variables: la implementación, la cantidad de usuarios, el nivel de personalización, el modelo de explotación, los servicios adicionales, etc. Algunos proveedores facilitan precios en su web, especialmente, si hablamos de aplicaciones en la nube. Pero, otros, solo proporcionan un presupuesto después de conocer los requisitos “reales” de la organización.
Con independencia de la política de cada proveedor, lo cierto que es que, dar una cifra cerrada es imposible sin hacer un repaso detallado a las necesidades específicas del negocio. Pero, grosso modo, a la hora de evaluar el coste de un ERP hay algunos elementos comunes que habrá que tener siempre en cuenta.
- Licencia. Las pymes que adquieren el software compran una Licencia de uso. Es un coste único. Se abona por adelantado y depende de la cantidad de usuarios, módulos, servicios y nivel de personalización que incluya. Por lo general la compra de Licencias no incluye el mantenimiento, ni el soporte, ni las actualizaciones que deberán abonarse aparte, de forma regular.
- Suscripción. La mayoría de las pymes optan ya, por este modelo de explotación tecnológica: pagar por utilizar el software. Generalmente, hablamos de un ERP en la nube cuyo mantenimiento, soporte y actualización corre a cargo del proveedor. Suele ser una tarifa mensual o anual. Y depende, al igual que en el caso anterior, de los usuarios y módulos suscritos. Lo normal es que se requiera permanencia, es decir, una duración mínima de contrato. Y que se proporcionen varios niveles de funcionalidad, cada vez mayores.
Isabel Pomar, CEO de Datisa dice que “al evaluar el precio de un ERP hay que tener en cuenta muchos criterios. Por eso, es importante poner el foco en el valor que obtenemos a cambio, lo que hacemos es escuchar y analizar las necesidades de cada organización. Y, con ello, buscar las opciones tecnológicas y económicas que mejor se adapten”.
Entre el resto de los criterios que hay que tener en cuenta a la hora de fijar el precio de un ERP destacan los costes asociados a la implementación. Costes que varían en función de los módulos o funcionalidades no incluidas en el precio base hasta los niveles de personalización extra. Además, es importante tener en cuenta servicios adicionales como la consultoría, la formación o la migración de datos. En el caso de aquellas pymes que prefieran la implantación local del ERP, habrá que tener en cuenta si infraestructuras y hardware con el que contamos se adapta a los requerimientos del ERP que vamos a adquirir o si hay que hacer alguna inversión en este sentido.
Además del aplicativo en cuestión -ya sea en modo Licencia o suscripción- y al proceso de implementación, al calcular el coste de la inversión, las pymes deberán fijarse también en algunas otras tasas que pueden pasar desapercibidas:
- Alojamiento
- Mantenimiento de infraestructura
- Actualizaciones
- Personal de TI
- …
Estos costes variarán mucho en función de si hablamos de un ERP en la nube o si se compra la Licencia. Pero, también, variarán dependiendo de si el software se aloja en un servidor propio o de terceros.
En definitiva, como explica Isabel Pomar “preguntar cuánto cuesta un ERP es como preguntar cuánto cuesta un coche. Dependerá de si el coche es nuevo, seminuevo o de segunda mano; el modelo que quieras comprar -turismo, berlina o todoterreno-, la marca -nacional o internacional- o los extras que quieras que incluya el vehículo. En este sentido, el abanico de precios puede ser tan amplio como las necesidades o preferencias que plantee el consumidor. Con las plataformas de gestión ERP sucede exactamente lo mismo.”
En definitiva, lo cierto es que el presupuesto de un ERP estará condicionado por el tamaño de la empresa, el volumen o complejidad del negocio, la cantidad de usuarios o los niveles de personalización que requiera la organización.
· 7Cualquier entidad –privada o pública, grande o pequeña– que desarrolle una actividad económica requiere contar con una información fnanciera de calidad (relevante, fable, comparable, neutral, etc.) y disponible en tiempo oportuno. En las empresas de negocios, la información fnanciera cumple con el cometido irrenunciable de la rendición de cuentas, por parte de los responsables de la gestión, pero contribuye también a facilitar la toma de decisiones de naturaleza económica y a conseguir el uso más efciente de los recursos. Además, la información contable juega una importante función social por su incidencia en el reparto de la renta empresarial entre los grupos que participan de la misma (propietarios, empleados, fnanciadores externos, Hacienda Pública, etc.). Por ejemplo, la cuota del impuesto sobre sociedades o impuesto sobre benefcios se determina aplicando el tipo impositivo sobre una cifra –la base liquidable– que se obtiene a partir del resultado contable del ejercicio. También las administraciones públicas precisan de información fnanciera de la máxima calidad y credibilidad, tanto para cumplir con la legislación vigente –en particular con la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno10–, como para homogeneizar los sistemas de cálculo de costes de los servicios que prestan y, consecuentemente, conseguir que los recursos necesarios para su fnanciación sean sufcientes y se distribuyan de manera equitativa.Una de las grandes ventajas de la digitalización es que tienes los datos al alcance de tu mano. Con un ERP puedes explotarlos y saber cuales son las áreas de mejora para tu negocio. No solo vale con herramientas o protocolos. Si no cambias la cultura de tu empresa a digital, no servirá para nada. Potencia las capacidades digitales de tus empleados y demuéstrales que el camino de la digitalización, es el futuro de su éxito. De forma inesperada hemos descubierto con toda claridad una sociedad, un consumidor, y un cliente mucho más predispuestos a la experiencia digital de lo que se podría pensar; a la economía de las plataformas enseñando todo su músculo; y a las grandes empresas tecnológicas acompañadas de un sector logístico que les da alas, señalando un camino que no parece tener marcha atrás. Abordar un plan de transformación digital en tu empresa, para convertirla en un competidor ágil y rentable en este entorno, es algo más sencillo de ejecutar de lo que a priori puedas pensar